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Decepcionan las conversaciones sobre el clima de Bonn y aumentan los riesgos para la COP de Bakú

migueldealba5

Informes recientes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) revelan que los países ricos, históricamente responsables de la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero, sólo han cumplido con una cuarta parte de los recortes de emisiones exigidos por los científicos, además de presionar a las naciones en desarrollo para que realicen ambiciosas Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), mientras realizan un esfuerzo concertado para no comprometerse o cumplir con sus propias obligaciones de financiamiento climático que necesitan con urgencia los países en desarrollo.

Para aumentar la injusticia, los países ricos abogan por soluciones falsas como las basadas en la naturaleza, la geoingeniería, la captura y almacenamiento de carbono y los mercados de carbono, tácticas que les permiten —a ellos y a sus corporaciones— evadir reducciones genuinas de emisiones y retrasar la eliminación gradual de los combustibles fósiles, perpetuando la explotación de las comunidades del Sur Global que se encuentran en la primera línea de esta crisis.

Tales son las afirmaciones de la Campaña Global para Exigir Justicia Climática, una red de más de 200 organizaciones que trabajan a nivel mundial, regional y local en materia de justicia climática y que, colectivamente, dicen representar a millones de activistas climáticos.

Señala que los países ricos deben dar un paso al frente y asumir su responsabilidad de cumplir con un ambicioso Nuevo Objetivo Común Cuantificado que garantice un financiamiento público nuevo, adicional, predecible y no generador de deuda, basado en subvenciones, orientado a soluciones reales y no a distracciones peligrosas.

Al Sur Global se le deben reparaciones por billones, y no por miles de millones, y son necesarias para buscar soluciones desarrolladas por los pueblos que están en primera línea y sufren los impactos desproporcionados de la crisis climática, concluyó.

Obstáculos para la COP29

Las conversaciones sobre el clima de Bonn suelen ser menos intensas que las Conferencias de las Partes (COP), ya que se centran en sentar una base técnica para las decisiones y las políticas de acompañamiento que se desarrollarán a finales de año, pero en esta sesión se ha producido un verdadero aumento de los desacuerdos entre los grupos negociadores, con muchas áreas abiertas hasta el último minuto, y algunos incapaces de ponerse de acuerdo sobre ningún resultado.

Muchas áreas están en espera de ver cómo se desarrollan las discusiones financieras sobre la Nueva Meta Cuantificada Colectiva, lo que realmente aumenta lo que está en juego y que en realidad podría terminar por ser perjudicial para un resultado sólido de la COP29.

Estas son los comentarios de Bill Hare, director ejecutivo y científico principal de Climate Analytics, acerca de las negociaciones sobre el clima en Bonn.

Explicó que a raíz del Balance Mundial ha habido una clara falta de energía en torno a una mayor ambición, a acelerar la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero o a la eliminación gradual de los combustibles fósiles.

También hemos visto una inquietante presión para no tener transparencia bajo las reglas del Artículo 6 sobre los mercados de carbono, y algunos países no quieren información específica sobre de dónde vienen y hacia dónde van las unidades de emisión.

Los gobiernos pasan, deliberadamente, la pelota a las conversaciones de la COP29 en Bakú, donde una carga de trabajo inflada hará que sea mucho más difícil para los negociadores navegar por temas en competencia y lograr el ambicioso resultado alineado con el compromiso de mantener la temperatura global abajo de 1,5 grados que el mundo espera ver.

Después de Bonn, queda claro que es necesario que los gobiernos den un paso atrás y consideren un panorama más amplio. Olas de calor, sequías e inundaciones golpean duramente a los países en este mismo momento. Es necesario hacer más en los próximos meses para unir a las naciones y lograr un acuerdo que realmente refleje la urgencia de dónde nos encontramos en esta década crítica para el clima”.

Conversaciones fuera de la realidad

Nushrat Chowdhury, asesor de políticas de justicia climática de Christian Aid, comentó que las conversaciones sobre el clima no están relacionadas con la realidad que vemos sobre el terreno. La necesidad de actuar es urgente y se relaciona con la mitigación, la adaptación y los esfuerzos para abordar las pérdidas y los daños.

Las conversaciones de Bonn se centraron en el financiamiento climático, un elemento central del debate sobre el clima, ya que cualquiera de los objetivos relacionados con la transición verde y resiliente del mundo depende de la inversión y el acceso a él. 

Una de las opciones sobre el nivel de financiamiento al que debe aspirar el objetivo fue hecha por el Grupo Africano de Negociadores (AGN), que propuso un objetivo de movilización pública de 1,3 billones de dólares cada año para abordar el cambio climático en el Sur Global.

Esta cifra puede parecer alta en comparación con el objetivo actual, de 100 mil millones de dólares al año. Sin embargo, esos 100 mil millones de dólares fueron un compromiso político. "Cuando hablamos de financiamiento climático, debe considerarse la necesidad... Y la necesidad de financiamiento es enorme".

Uno de los conflictos profundos en el debate sobre el financiamiento climático es la llamada base de contribuyentes, es decir el número de países responsables de movilizar los recursos climáticos, pero la realidad es que muchos países desarrollados todavía no contribuyen. Polonia, Portugal, los Estados Unidos y Grecia movilizan cantidades mínimas, a pesar de su gran responsabilidad histórica en la generación de emisiones.

¿Y la mitigación?

Illari Aragón, líder de políticas de justicia climática de Christian Aid comentó que si bien las finanzas fueron el foco de atención en Bonn, hay otros elementos del debate sobre el clima requieren atención.

A principios de 2025, todas las partes deberían haber presentado planes climáticos nacionales nuevos y actualizados (también llamados NDC), que deberían mostrar lo que hará cada país para cumplir el Acuerdo de París, y deben hacer referencia a la mitigación, la adaptación y las pérdidas y daños. 

El debate sobre la mitigación ha sido casi invisible en Bonn, lo cual es preocupante, ya que las partes están muy lejos de alcanzar el objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados.

EL fracaso de Bonn

Bonn ha fracasado. Las conversaciones sobre el clima de la ONU están fracasando. Estamos en una emergencia climática, pero los delegados de los países ricos parecen olvidarlo. Prácticamente no hubo avances en todos los ámbitos. Los períodos entre sesiones de junio estuvieron llenos de más aire que un globo aerostático.

Así lo considera la Red Internacional de Acción Climática (CAN), una red global de más de 1.900 organizaciones de la sociedad civil en más de 130 países que impulsan acciones colectivas y sostenibles para luchar contra la crisis climática y lograr la justicia social.

La CAN afirma que no puede haber ni habrá avances en las negociaciones si no se promete financiamiento climático por los billones necesarios. No funcionará cualquier tipo de financiamiento: la deuda climática debe pagarse a través de financiamiento público basada en subvenciones, que abarque la mitigación, la adaptación y las pérdidas y daños.

El Norte Global tiene una deuda climática con el Sur Global. A medida que continúa su retraso en el pago, también continúa la deuda acumulada. "Es hora de pagar, los cobradores de deudas están aquí".

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