ONU Mujeres / © Ryan Brown
El Día Internacional de la Mujer es una oportunidad para destacar el papel fundamental de las mujeres en la respuesta al cambio climático y para reflexionar sobre los desafíos pendientes.
La comunidad internacional no puede alcanzar los objetivos del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura media mundial a 1.5 grados centígrados, a menos que toda la humanidad participe en la lucha contra el cambio climático. Y eso significa que necesitamos más mujeres y niñas empoderadas e involucradas.
“No podemos excluir las voces, el conocimiento, las perspectivas y la experiencia del 50 por ciento de la población”, afirmó Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de ONU Cambio Climático.
“Debemos tener mujeres, en toda su diversidad, involucradas en todos los niveles, desde las negociaciones climáticas hasta las salas de juntas, los bosques y los campos, especialmente en los sectores y regiones más afectados por los estragos del cambio climático”.
El más reciente informe de evaluación publicado por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático la semana pasada, nos recuerda que si bien el cambio climático afecta a todos, no afecta a todos por igual. La vulnerabilidad al cambio climático se ve exacerbada por la inequidad y la marginación vinculadas al género, la etnia, los bajos ingresos y otros factores sociales y económicos.
“Este es un desafío y algo que debemos abordar con urgencia”, señaló Fleur Newman, líder del equipo de género en ONU Cambio Climático. “También es una oportunidad para abordar o corregir los desequilibrios, la injusticia y las desigualdades”.
Por ejemplo, las mujeres en muchas sociedades son responsables de la energía del hogar, los alimentos, el agua y el cuidado de los jóvenes y los ancianos. Particularmente en los países en desarrollo, las consecuencias del cambio climático pueden aumentar la carga para las mujeres y las niñas, haciéndolas viajar más lejos para obtener suministros diarios, dejando menos tiempo para el trabajo remunerado y exponiéndolas potencialmente a un mayor riesgo para su seguridad personal.
Al mismo tiempo, es posible que las mujeres tengan menos probabilidades de participar en los procesos clave de toma de decisiones políticas y administrativas para responder al cambio climático; y, en muchas partes del mundo, tienen menos capacidad para recuperarse de los desastres naturales debido al acceso restringido y los derechos a la propiedad de la tierra y los recursos financieros.
Entonces, ¿cómo podemos trabajar juntos para derribar estas barreras?
La buena noticia es que las mujeres y las niñas están cada vez más empoderadas para hacer contribuciones invaluables y beneficiarse de la acción climática.
Hemos visto esto en el proceso de Cambio Climático de la ONU. Muchos países han compartido cómo están integrando el género en diferentes sectores prioritarios dentro de sus planes nacionales de acción climática, conocidos como Contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC), y Planes Nacionales de Adaptación.
Los Planes de Acción de Género acordados por los gobiernos bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), exigen la participación plena, igualitaria y significativa de las mujeres en el proceso climático internacional y garantizar un papel destacado para las mujeres en la toma de decisiones y en la acción climática.
Los gobiernos reunidos bajo la CMNUCC adoptaron una meta de equilibrio de género en las delegaciones nacionales y en la política y acción climática nacional en 2012. Desde entonces, la Secretaría de Cambio Climático de la ONU ha informado anualmente sobre la composición de género de las delegaciones nacionales y los órganos de toma de decisiones y políticas bajo la CMNUCC y el Acuerdo de París. Los informes muestran que los gobiernos tienen un largo camino por recorrer para lograr el equilibrio, incluso a nivel internacional.
Lo que se necesita ahora es que los países deliberen sobre cómo buscan alcanzar la paridad de género en las políticas climáticas locales, nacionales e internacionales y en los roles de toma de decisiones. Y podemos buscar las mejores prácticas en otros sectores, países o negocios donde el empoderamiento de mujeres y niñas ha avanzado y se han implementado medidas concretas.
Las soluciones reconocidas por los Premios de Acción Climática Global de la ONU son un buen lugar para comenzar. Los ganadores de la categoría Mujeres por Resultados demuestran el liderazgo sobre el cambio climático por parte de las mujeres en todo el mundo.
Van desde los primeros equipos solares de mujeres en el Líbano al trabajo de una mujer arquitecta para que Bangkok sea más resistente al cambio climático; a una organización que revierte la deforestación satisfaciendo las necesidades económicas y de salud de las comunidades locales a través de la innovación liderada por mujeres.
El video a continuación, narrado por la Embajadora de Buena Voluntad de ONU Mujeres, Anne Hathaway, otorga más información.
Комментарии