Por Omar Garfias
@Omargarfias
A mi amiga Paola Gárate la secuestraron el 5 de junio de 2021 para impedir que promoviera el voto para su partido.
También privaron de su libertad a Alberto Salas, secretario de elecciones del PRI y a decenas de militantes de ese partido.
… Y el ejército estaba ahí, en las calles.
El 21 de julio, asesinaron a Román Rubio y a Esteban López, quienes habían sido candidatos a presidente municipal y a diputado.
Menciono personas que conocí.
No son las únicas víctimas.
En el proceso electoral 2020-2021, la consultoría Integralia contabilizó 239 incidentes de violencia política que dejaron 179 víctimas mortales, incluyendo a 36 candidatos.
En el proceso electoral 2021-2022, Integralia contabilizó 131 incidentes de violencia política en México, que dejaron 172 víctimas, de las cuales 122 fueron mortales.
… Y el ejército estaba ahí, en las calles.
Los militares no pueden evitar la violencia política.
El 26 de septiembre de 2014 fueron asesinados 43 jóvenes en Iguala, Guerrero. Un Coronel es mencionado, por el Gobierno federal, como el responsable de haber asesinado a seis de ellos.
… Y el ejército estaba ahí, en las calles.
No son las únicas víctimas.
Desde que se asignaron labores de seguridad pública a los militares, han sido asesinados dolosamente 366 mil mexicanos y desaparecido 100 mil, según datos del propio gobierno.
Los homicidios se han incrementado 218 por ciento, entre 2006 y 2022.
… Y el ejército estaba ahí, en las calles.
Los militares, solos, no pueden evitar el asesinato y la desaparición.
El 17 de octubre de 2019, los habitantes de Culiacán vivimos el “culiacanazo”, la invasión armada de la ciudad por parte del crimen organizado que dejó un saldo de ocho muertos, dieciséis heridos y ocho soldados capturados y liberados.
… Y el ejército estaba ahí, en las calles.
Los militares, solos, no pueden enfrentar al crimen organizado.
El 3 de abril pasado, el carro de la familia Almanza Salazar recibió disparos desde un retén militar. Murieron los niños Martín y Brayan, de 5 y 9 años de edad. La Fiscalía de Tamaulipas determinó que las balas eran de los militares, pero que habían sucedido en un fuego cruzado con delincuentes. La versión de la familia es que fueron víctimas de ataque directo luego de pasar el retén.
Tan sólo entre enero y julio de este año, la Guardia Nacional ha recibido 276 quejas por violaciones a los derechos humanos, y la Secretaría de la Defensa Nacional otras 241, según datos del Sistema Nacional de Alerta de Violación a los Derechos Humanos.
Los militares no están entrenados para dialogar y su armamento no es persuasivo, sino aniquilante.
… Y los militares estaban ahí, en las calles.
Los militares, insertados en las calles, tienen más probabilidades de violar los derechos humanos de los ciudadanos.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) informa que la Secretaría de la Defensa Nacional se comprometió a entregar cien millones de plantas para el programa “Sembrando Vida”, y que sólo pudo entregar 37 millones.
Los militares no son un ente perfecto al que todo le sale bien.
La militarización de la seguridad pública, sacar al ejército a las calles sin límites ni control, es la forma en que los gobiernos han disfrazado su fracaso, su falta de ideas y su pereza.
En lugar de construir un sistema estructurado de policías, que coadyuven entre sí, y de procuración de justicia, ponen a soldados armados en las calles y así evaden su responsabilidad.
Fingen cumplir desatando fuerzas armadas, aunque no den resultados.
Es falso que sólo los militares pueden recuperar la seguridad. El 95 por ciento de los delitos son del fuero común y el ejército no está entrenado para investigar, sino para enfrentar. No son policía de proximidad y prevención; se mueven con la sutileza de un convoy y reaccionan luego de que una larga cadena de mandos lo autoriza.
Un ejemplo: no saben identificar un auto robado.
Es falso que si no se aprueba la prórroga todos los militares tendrán que volver a los cuarteles. El artículo 29 de la Constitución permite al Gobierno enviar tropas a donde se dé una situación de emergencia. Podría elaborarse la ley reglamentaria para definir tiempos, acotar regiones y establecer controles.
Es falso que la solución sea que una comisión bicameral platique con los secretarios de Defensa y de Marina. De ahí solo saldrán bellos discursos y denuncias. Ese no es un control real.
Es falso que la solución sea un poco más de dinero para las policías municipales. Se requiere una planeación que establezca los presupuestos necesarios y justificados, no una limosna calculada al tanteo.
Las fuerzas militares recibirán 221 mil millones de pesos y las fuerzas civiles sólo 80 mil millones.
Es necesario pensar en serio. No votar para obtener una candidatura o impunidad.
Es necesario un parlamento abierto donde expertos y autoridades construyan un sistema que sí dé resultados.
Es necesario establecer objetivos claros y métricas de seguimiento y evaluación para saber cuándo ya están listas las policías, no decir, como ahora, 2028, producto de un tanteo sin diagnóstico de soporte.
Es necesario poner reglas detalladas, límites expresos y mecanismos de control.
Si se les otorga la prórroga hasta el 2028, con un falso maquillaje de cambios superficiales, nunca se harán los cambios necesarios. La Sedena siempre pedirá más prórrogas y más presupuesto.
Una escena familiar en mi ciudad es ver los vehículos militares rodeados de muchachos en moto que, con un radio, van reportando el trayecto y comportamiento del convoy.
Ese es un buen ejemplo del Estado fallido.
Un aparatoso contingente, fieramente armado, inutilizado, desprovisto de su peligrosidad hacia los malos, mediante una pícara, impune, barata y simple vigilancia.
Es tiempo de hacer la tarea.
¡No se rindan, senadores!
Comments