Por Carol Perelman
@carol_perelman
Aunque en unas semanas tendremos el informe final de la investigación realizada por la Comisión Independiente de Investigación sobre la Pandemia de COVID-19 en México (@comisioncovidmx), hay avances y conclusiones preliminares que ya tenemos y que hay que compartir.
Quizá uno de los hallazgos más estremecedores es que el alto número de muertos que hubo en la emergencia por COVID-19 en México no puede explicarse en su totalidad por la situación del sistema de salud, demografía o condiciones preexistentes como diabetes, obesidad e hipertensión.
Con análisis matemáticos se encontró que, al menos, 244 mil 244 muertes pudieron evitarse. Es decir, 36.6 por ciento del exceso de muertes por la COVID-19 en México no son atribuibles a condiciones estructurales, sino a la calidad de la gestión. (Cifra que coincide con estudio de IHME).
El exceso de mortalidad son muertes por encima de las esperadas (usando canales endémicos) y estamos en el cuarto lugar, después de Perú, Bolivia y Ecuador (países más pobres), con 808 mil 619 muertes en exceso: 334 mil 196 registrados con prueba y el resto por actas de defunción.
Así, en México tenemos el 1.6 por ciento de la población mundial y el 4.1 por ciento del exceso de mortalidad (x2.6).
Y la CDMX es la de mayor exceso de mortalidad (67 pr ciento), especialmente cuando en 2020 no se obedeció el semáforo establecido, lo que llevó a un aumento exponencial en casos y muertes en el momento más mortal de la pandemia (ene/21).
¿Se pudo haber hecho diferente? Sí, y esto es lo más importante.
La Comisión, conformada por 17 comisionados (sin remuneración e independientes de instituciones y fuerzas políticas), está comprometida en analizar la evidencia con la premisa de aprender para no repetir.
Esta no es la primera ni la última pandemia en llegar a México, pero queremos evitar futuras catástrofes humanas al buscar que, frente a los retos, podamos tener resultados más favorables.
Lo bueno es que existen las herramientas para hacerlo. Es cuestión de decidirlo.
Algo importante también de llamar la atención es que la esperanza de vida al nacer en México perdió cuatro años.
Asimismo, que tuvimos la mayor pérdida de trabajadores de la salud; de esos heroes de capa blanca que estaban en la línea de batalla, tratando de vencer a un virus nuevo, haciendo lo posible para salvar vidas, a veces sin insumos y sin protección para ellos mismos: 4 mil 572.
Y, tristemente, tenemos en México a 215 mil menores que perdieron padre y/o madre por la COVID-19. Una tasa de 5.5 niños huérfanos por cada mil niños. La más alta del mundo.
Y aunque México fue de los primeros países en comenzar a vacunar, el 24 de diciembre de 2020 y de hecho tuvo varias plataformas vacunales, se politizó su aplicación, no se lograron las coberturas y luego se dejó de reportar.
Además, la letalidad hospitalaria por institución habla por sí misma, y justo quizás por ello muchos, aún siendo derechohabientes, prefirieron gastar y atenderse en el sector privado (principalmente en consultorios adyacentes a farmacias).
Y ante todo esto, había muy pocas pruebas; se minimizaba el riesgo de la enfermedad; no se ajustaban medidas conforme la ciencia aprendía más; se disuadió el uso de cubrebocas, se limitó la disponibilidad de antivirales contra la COVID-19 y se ignoraban las secuelas.
Pero la salud no fue el único aspecto impactado, como se verá en el reporte final.
Este estudio se hizo para responder cómo hubiera sido mejor, para identificar aciertos, visibilizar los errores y planear, tener estrategias para actuar mejor frente a futuras amenazas.
Las lecciones y recomendaciones surgidas de la evidencia hasta ahora hallada van en cuatro líneas principales.
Sobre:
1) Gobernanza y gestión de crisis.
2) Comunicación.
3) Sistemas de Salud, y,
4) Desigualdad y grupos vulnerables.
Finalmente, vale la pena explicar que la metodología usada fue cualitativa y cuantitativa, bajo protocolo riguroso de investigación, apegada a código de ética, con:
Nuestra obligación con los mexicanos de hoy y con las próximas generaciones es comprender y aprender para no repetir.
A finales de abril se tendrá el reporte terminado para conocimiento de todos y para poderlo compartir libremente, con el objetivo de rescatar las lecciones de la autoevaluación objetiva y constructiva para crecer como Nación.
Este es un trabajo fundamental, similar a los que han hecho ya otros países como el Reino Unido, los Estados Unidos, India, Brasil e incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por ahora, puedes visitar para consultar documentos y dejar tu testimonio en la plataforma X: @comisioncovidmx.
Esto es para tod@s los que sobrevivimos, y por la obligación moral a los más de 800 mil que faltan.
Notas:
Diapositivas presentadas en el @ColegioNal_mx el 1/abril/2024 por el Dr. Jaime Sepulveda.
Agradezco a los comisionados y al extraordinario secretariado por este arduo, riguroso y excelente trabajo. @comisioncovidmx
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