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El Baldor llora


¡Qué hay de nuevo… Viejo!


Por Araceli Mendoza

@Arinmaldoza

Qué difícil es para los padres de familia elegir la mejor escuela para los hijos. En las inscripciones de escuelas públicas para secundaria y bachillerato se observan largas filas.

En las escuelas privadas también hay gran demanda, por lo que los padres de familia tienen entrevistas, en las cuales muchas veces les prometen lo que no cumplen.

Sin embargo, la educación privada, desde hace ya varios años, rebasó a la educación pública.

Pero esto no hace diferencia para los preescolares. Buscar la mejor guardería o el kínder, según las posibilidades de cada familia, se ha vuelto sumamente difícil, sobre todo al incrementarse los abusos contra los infantes.

Esos abusadores pervertidos abusan de la inocencia de los menores para agredirlos sexualmente, porque la Secretaría de Educación Pública (SEP) no tiene inspectores, y se crean escuelas improvisadas para cubrir las necesidades educativas.

¿Cuál es la mejor escuela? Aquella donde se respete a la infancia y a los maestros, en todos los sentidos; donde los maestros, personal administrativo y alumnos puedan ver con empatía a alguien que por el cáncer perdió su cabello, sufre de alguna discapacidad o por alguna otra situación que lo haga diferente.

Muchas veces los profesores no están preparados para evitar hacer sentir mal al alumno e integrarlo con respeto al grupo de alumnos, para que no lo vean con morbo.

Y ahora resulta que el gran reto de la SEP es hacer entender que la iniciativa privada se ha dedicado a comercializar la educación, por lo cual busca dejar de lado la educación y permitir que el sueño ideologizante y doctrinario de la izquierda se haga real.

¿Se imaginan cuántas generaciones estudiaron con libros de texto elaborados por las editoriales privadas que participan en el sector? Hay una gran aportación pedagógica que complementa la enseñanza en las aulas.

Se dice que quieren sacar a la iniciativa privada de la educación. ¿Se imaginan a dónde llevarán a nuestros hijos y nietos, cuando este gobierno ha cambiado en cuatro años a tres secretarios de Educación, y las dos últimas secretarias dejan mucho qué desear?

Si ya había un rezago educativo, la pandemia vino a darle en la madre con la deserción de muchos niños y adolescentes. ¿Acaso también es un anillo al dedo para la 4T, para acabar con lo bueno que todavía tiene México, que es la educación privada, a donde miles de padres de familia se acercan porque quieren lo mejor para sus hijos.

El presidente se ha dedicado a insultar a esas familias al decir que son la clase media aspiracionista. Se me hace un comentario propio de una ignorancia absoluta, pues qué mejor que tener un país cuyos habitantes tengan aspiraciones de ser mejores.

Es tan contradictorio el gobierno, que quiere un aeropuerto chingón, pero a un pueblo sometido, ignorante, agachón, que sólo vea bien lo que el presidente dice que está bien.

Dice una frase que el mejor amigo es un libro. En efecto, el libro está siempre ahí, esperándote. No es como los amigos circunstanciales; el libro siempre está a tu disposición.

La educación es la herramienta más importante que puede tener una persona, ya que una herencia te la pueden arrebatar, pero los conocimientos jamás. Por eso nuestros pueblos indígenas están sometidos por su ignorancia y son usados por los mesías tropicales como parte de su estrategia política.

Años pasan y las poblaciones siguen sin infraestructura educativa. Hay que ver cómo cada año las escuelas de lámina y madera se pierden con las inundaciones, al igual que muchas casas.

Las divisas que entran al país son enviadas justamente por nuestros paisanos, quienes han visto cómo se vive mejor en los Estados Unidos, donde paladean los beneficios que en México nunca podrían haber alcanzado.

Sí, estos paisanos son quienes mandan las divisas que tanto presume Andrés Manuel López Obrador, pero ¿acaso no son aspiracionistas por haberse ido de México y demostrar cómo pueden ganar bien y vivir mejor? Sus hijos estudian en escuelas dignas y son hombres y mujeres que engrandecen a un país que no es el suyo.

Si la educación privada desaparece, los libros de texto se harán de acuerdo a la ideología y las formas de la 4T. Serán libros de odio, de desencanto, de conformismo, dejando de lado las aspiraciones de cada ser humano, porque hasta ahora este gobierno es de contradicciones. ¿Cómo hacer una refinería para producir gasolinas y apoyar a una gran industria de autos eléctricos? Y pretender, sin saber, que el litio sea el gran negocio de la 4T.

quehaydenuevoviejo760@yahoo.com.mx


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