top of page

Es hora de finalizar el saqueo de los océanos: ONU

12 millones de toneladas de plástico van al océano cada año. / ©The Ocean Story/Vincent Kneefel
12 millones de toneladas de plástico van al océano cada año. / ©The Ocean Story/Vincent Kneefel

De la salud de los océanos depende la estabilidad climática, la seguridad alimentaria y la equidad mundial, ya que absorben 90 por ciento del exceso de calor procedente de las emisiones de gases de efecto invernadero, pero están bajo la presión de la sobrepesca, el aumento de las temperaturas, la contaminación por plásticos y la acidificación.

Al inaugurar la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lanzó una severa acusación contra la fracturada relación de la humanidad con el mar.

“El océano es el recurso compartido por excelencia, pero estamos fallando”, dijo a los delegados reunidos en Niza, Francia.

Los océanos están bajo la presión de la sobrepesca, el aumento de las temperaturas, la contaminación por plásticos y la acidificación; los arrecifes de coral se mueren; las poblaciones de peces colapsan; la subida del nivel del mar pronto podría sumergir deltas, destruir cultivos y engullir costas, lo que amenaza la supervivencia de muchas islas”.

 António Guterres © ONU/Evan Schneider
António Guterres © ONU/Evan Schneider

Si la Tierra se calienta, el océano hierve

© Noticias ONU/Heyi Zou
© Noticias ONU/Heyi Zou

Más de 120 países participan en la reunión, conocida como UNOC3, lo que indica el reconocimiento de que la salud oceánica es inseparable de la estabilidad climática, la seguridad alimentaria y la equidad mundial.

El presidente francés Emmanuel Macron hizo un enérgico llamado a la ciencia, el derecho y la resolución multilateral.

“Las profundidades marinas no están en venta, como tampoco lo están Groenlandia, la Antártida o Altamar; si la Tierra se calienta, el océano hierve”.

Insistió en que el destino de los mares no puede dejarse en manos de los mercados o de la opinión pública. “La respuesta es el multilateralismo. El clima, como la biodiversidad, no es una cuestión de opinión; es una cuestión de hechos científicamente establecidos”.

El presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves Robles, lanzó una dura advertencia:

el océano nos habla con arrecifes de coral blanqueados, con tormentas, con manglares heridos. No queda tiempo para la retórica; es el momento de actuar”.

© Noticias ONU/Heyi Zou
© Noticias ONU/Heyi Zou

Tras condenar décadas de tratar el océano como una “despensa infinita y un vertedero global”, Chaves instó a pasar de la explotación a la gestión. “Costa Rica es un país pequeño, pero comenzó el cambio; ahora declaramos la paz con el océano”.

El mandatario costarricense pidió una moratoria de la explotación minera de los fondos marinos en aguas internacionales hasta que la ciencia pueda evaluar adecuadamente los riesgos.

Un tratado al alcance

Uno de los principales objetivos de la cumbre es contribuir a la entrada en vigor del Tratado de Altamar, conocido como el acuerdo BBNJ, adoptado en 2023 para salvaguardar la vida en aguas internacionales.

Se necesitan 60 ratificaciones para que el tratado se convierta en derecho internacional vinculante. Emmanuel Macron anunció que está al alcance de la mano.

“Además del medio centenar de ratificaciones ya presentadas aquí, 15 países se han comprometido formalmente a sumarse, lo que significa que se alcanzó el acuerdo político para decir que [el Tratado] se aplicará correctamente”.

© Noticias ONU/Heyi Zou
© Noticias ONU/Heyi Zou

Negociaciones de alto nivel en la Zona Azul

El tono de los discursos de apertura dejó en claro que Niza será escenario de negociaciones de alto nivel sobre la finalización de un tratado mundial sobre la contaminación por plásticos, el aumento del financiamiento de los océanos y las opiniones encontradas sobre la explotación minera de los fondos marinos.

Tras una semana, las conversaciones culminarán con la presentación del Plan de Acción Oceánica de Niza, alineado con el Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, un acuerdo de 2022 para proteger 30 por ciento de los ecosistemas marinos y terrestres para 2030, conocido como el compromiso 30 para 30.

“Las profundidades marinas no pueden convertirse en el salvaje oeste”, advirtió Guterres. 

Lo que se perdió puede volver

Los objetivos de la Conferencia son ambiciosos: avanzar en el compromiso “30 para 30”; promover la pesca sostenible, descarbonizar el transporte marítimo y desbloquear nuevas vías de “financiamiento azul”, incluidos los bonos oceánicos y los canjes de deuda por naturaleza para apoyar a los Estados costeros vulnerables.

Hay dos grupos de acción de alto nivel: uno sobre la conservación y restauración de los ecosistemas marinos, incluidos los hábitats de aguas profundas, y otro sobre el fortalecimiento de la cooperación científica, el intercambio de tecnología y la educación para salvar la brecha entre la ciencia y la política.

En la apertura, António Guterres subrayó que el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 sobre la vida submarina, es el menos financiado de los 17 objetivos globales de la ONU. “Esto debe cambiar. Necesitamos modelos audaces para desbloquear el capital privado”.

“Lo que se perdió en una generación puede volver en otra. El océano de nuestros antepasados, rebosante de vida y diversidad, puede ser algo más que una leyenda. Puede ser nuestro legado”.

Cultura, ciencia y memoria colectiva

© Noticias ONU/Fabrice Robinet
© Noticias ONU/Fabrice Robinet

Antes de comenzar los trabajos, la inauguración se convirtió en ritual y reflexión, cuando el activista polinesio Ludovic Burns Tuki sopló un pu, una caracola tradicional.

“Es una forma de llamar a todo el mundo. Soplo con el apoyo de nuestros antepasados”.

En la navegación polinesia, la caracola suena al llegar a una nueva isla para señalar intenciones pacíficas. Tuki, nacido en Tahití de padres de las islas Tuamotu y de Pascua, ve el océano como frontera y vínculo a la vez.

“No sólo somos países; tenemos que pensar como un sistema colectivo, porque esto es un océano, un pueblo, un futuro para todos”.

El segmento cultural incluyó una bendición del historiador tahitiano Hinano Murphy, una actuación de artes marciales del maestro francés de taekwondo Olivier Sicard, una reflexión científica de la exploradora de los fondos marinos Antje Boetius, y un testimonio poético del cineasta mauritano Abderrahmane Sissako, acompañado por el músico de kora Wassa Kouyaté.

Comments


bottom of page