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Sultan Al Jaber, presidente de la COP28 y enviado especial
de los Emiratos Árabes Unidos para el cambio climático.
Esta semana comienza en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, la Conferencia Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC), conocida como COP28 y su apertura se dará en medio de críticas a su presidente designado, Sultán al-Jaber, por ser el director ejecutivo de Abu Dhabi National Oil Company (ADNOC), por lo cual ambientalistas, grupos cívicos y legisladores de todo el mundo han argumentado que al ser un ejecutivo petrolero no debería liderar las negociaciones, ya que el petróleo y el gas son algunos de los mayores impulsores del cambio climático.
Hay incertiidumbre sobre si la COP28 puede generar acciones significativas para enfrentar el cambio climático, el conflicto en Medio Oriente (la guerra entre Israel y Hamas en Gaza), con un telón de fondo: 2023 ha sido un año de numerosos fenómenos meteorológicos extremos impulsados por el cambio climático.
Respecto a Sultan al-Jaber, sus partidarios responden que no se le debe encasillar, ya que si bien es ejecutivo petrolero, también es líder en energías renovables, como muestra el hecho de ser fundador y presidente de Masdar (Abu Dhabi Future Energy Company), una empresa de energía renovable con inversiones en muchos países.
La pregunta que muchos se hacen es si Al-Jaber liderará a los ejecutivos de petróleo y gas hacia cambios masivos en sus negocios principales, o simplemente supervisará un proceso que les permita seguir con sus negocios como siempre.
¿Promotor de los combustibles fósiles?
Ante las informaciones según las cuales Sultan al Jaber habría sido informado para promover los intereses de las empresas que dirige en decenas de reuniones bilaterales sobre la cumbre climática, Ann Harrison, asesora sobre cambio climático de Amnistía Internacional, declaró:
“Sultan al Jaber afirma que sus conocimientos en el sector de los combustibles fósiles lo califican para liderar una cumbre del clima crucial, pero cada vez más parece un zorro que cuida el gallinero. Su nombramiento para presidir la COP28 ha sido siempre un claro conflicto de intereses que menoscaba la capacidad de la reunión de alcanzar el resultado que se necesita con urgencia.”
“Amnistía Internacional ha advertido reiteradamente de que no es posible que Sultan al Jaber sea un negociador honrado en una cumbre donde deben ser prioritarias la eliminación gradual de los combustibles fósiles de manera rápida y equitativa para evitar seguir destrozando el clima, y una transición justa a las energías renovables. Es mucho lo que está en juego: el planeta se calienta a un ritmo sin precedentes, muchas personas ya sufren y peligran los derechos de miles de millones más.
Sultan al Jaber parece un zorro que cuida el gallinero.
“Ya experimentamos una catástrofe climática y de derechos humanos causada por los combustibles fósiles, pero después de que se designara a Sultan al Jaber como presidente de la COP28 en enero, ADNOC ha desvelado unos ambiciosos planes de expansión totalmente incompatibles con la protección del clima y la salvaguarda de los derechos de las personas a un medioambiente limpio, saludable y sostenible”.
“Siguen vigentes nuestros llamamientos a Sultan al Jaber para que renuncie a su función en ADNOC si desea presidir una cumbre que tenga éxito. Los documentos que indican que fue informado para promover intereses empresariales en las reuniones de la COP sólo intensifican la preocupación de que la COP28 está íntegramente en manos del lobby de los combustibles fósiles para servir a unos intereses creados que ponen en peligro a toda la humanidad”.
ADNOC es uno de los mayores productores de petróleo y gas del mundo Según documentos obtenidos por la organización Centre for Climate Reporting, Sultan al Jaber fue informado para promover los intereses de ADNOC y de Masdar, otra empresa energética de propiedad estatal dedicada a las energías renovables y al hidrógeno.
Con anterioridad se había informado que se envió a personal de ADNOC al equipo organizador de la COP28 en los Emiratos Árabes Unidos y, al parecer, las comunicaciones de la COP28 fueron enrutadas a través de servidores informáticos de ADNOC.
La COP28 se celebra del 30 de noviembre al 12 de diciembre y reúne a más de 190 Estados y otras partes para abordar la crisis climática. Amnistía Internacional publicó un informe formal de trabajo de incidencia para la COP28 y Agnès Callamard, secretaria general de AI, asistirá del 1 al 6 de diciembre como parte de la delegación de Amnistía Internacional que estará en el evento.
EL PROBLEMA ¿LOS COMBUSTIBLES FÓSILES O LAS EMISIONES?
Mientras los científicos del clima y líderes políticos como António Guterres, secretario general de la ONU, piden constantemente una reducción masiva en la quema de combustibles fósiles, los ejecutivos de estas empresas responden que el problema no es la quema de petróleo, gas y carbón, sino las emisiones.
Las soluciones que proponen son: reducir las emisiones a lo largo de sus cadenas de suministro e implementar tecnologías de captura de carbono a escala, que capturan el dióxido de carbono (CO2), ya sea en el punto de quema o en el aire.
Aunque no hay duda de que la captura de carbono podría ser una herramienta importante para reducir las emisiones, requiere mucha energía, es costosa y está lejos de ser escalable. Los ambientalistas argumentan que este debate es sólo una distracción para permitir que las compañías de petróleo y gas mantengan su status quo.
¿Y el metano?
Esto nos lleva al metano, el potente gas de efecto invernadero proveniente del gas natural, los eructos de las vacas y la descomposición de los desechos orgánicos en los vertederos, entre otras cosas.
Adnan Amin, el número 2 en la COP28, dijo a Seth Borenstein, de la Prensa Asociada (AP) que era poco probable que algún acuerdo incluyera un lenguaje para “eliminar gradualmente” los combustibles fósiles, algo que muchos formuladores de políticas han estado presionando.
Introduzca el metano. Las compañías de petróleo y gas podrían reducir significativamente las emisiones de metano al detener o reducir la ventilación, que permite que el gas se libere a la atmósfera, y la quema del exceso de metano.
Al-Jaber está bien posicionado para liderar a las compañías de petróleo y gas hacia esto, lo que permitiría un acuerdo que no altere el status quo de la industria del petróleo y el gas.
Fondo de pérdidas y daños
El resultado más significativo de las conversaciones sobre el clima en la COP27, en Egipto, fue el acuerdo para crear un fondo para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse al cambio climático.
Los países pobres sufren duramente los impactos climáticos a pesar de que históricamente contribuyen poco al calentamiento global. Desde el año pasado ha habido muchas reuniones polémicas sobre quién administrará el fondo, su tamaño y quién pagará. Un borrador de acuerdo será puesto a aprobación final durante la COP28, pero hay suficiente descontento con el proyecto, por lo que la aprobación está muy lejos de asegurarse.
Financiamiento climático
Estados Unidos y otros países occidentales se industrializaron en gran parte gracias al carbón, el petróleo y el gas, y hoy tienen riqueza para invertir en formas de energía más limpias.
Si los países en desarrollo siguieran el mismo camino, las emisiones de gases de efecto invernadero irían en aumento significativamente y elevarían aún más las temperaturas globales y provocarían inundaciones, sequías, olas de calor y temporadas prolongadas de incendios forestales más extremos.
Sería injusto esperar que los países en desarrollo no presionen para continuar su desarrollo. El financiamiento climático es un término general que se refiere a inversiones en proyectos de energía verde y esfuerzos para adaptarse a los impactos del cambio climático, cuyos recursos pueden provenir de bancos internacionales, países desarrollados y grandes empresas, entre otros.
El financiamiento climático será otro debate central en la COP28, y en este tema es probable que se anuncien varios acuerdos.