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Mi osito


¡Qué hay de nuevo… Viejo!


Por Araceli Mendoza

@Arinmaldoza


Estamos en el mes del amor y la amistad y en todas partes se ven los objetos representativos: cajas de chocolates, bouquets de flores, vasos, tazas, globos…, todas con corazones y frases hermosas y, desde luego, no pueden faltar los peluches, como los ositos, que vienen en diferentes tamaños y colores.

Muchas personas esperan un detalle por parte del novio, amigo, amante, pareja o esposo. El 14 de febrero se ha convertido en un día especial para muchos y en esa fecha las redes sociales son invadidas con frases, emojis y hasta memes.

Pero hablemos de los ositos, esa figura tan representativa, fundamental no sólo para el día del amor y la amistad, pues en los hospitales pediátricos siempre están presentes en los puestos ambulantes.

Sí, estos ositos se convierten en los grandes compañeros de los niños que van a su tratamiento de cáncer. Justo el 4 de febrero es reconocido por ser el Día del Cáncer, terrible enfermedad devastadora que no respeta edades, sexo o condición económica.

Es verdaderamente increíble ver cómo los niños abrazan a los ositos de felpa y los llevan con ellos, ya que les brindan seguridad y los convierten en sus mejores compañeros. Si esos peluches hablaran, de verdad conoceríamos el verdadero sufrimiento de los niños al ingresar a las salas para los diferentes estudios a que son sometidos para tratar el cáncer.

Son infantes que están en los hospitales pediátricos, sin su mamá o sin su papá, viviendo noches de soledad y angustia. Según estudios que se han llevado a cabo, los niños comentan que se cuidan unos a otros durante su estancia en el nosocomio.

La mayoría tiene como único compañero al osito, el cual abrazan mientras siguen con su tratamiento, en espera de que alguno de ellos toque la campana, indicativo de que han sanado, saldrán y no regresarán.

Pero hay otros niños que ya no regresan porque fallecen. ¿Qué pasa entonces con el osito? ¡Desaparece!

En estos años al frente del Sector Salud, el Dr. Jorge Carlos Alcocer Varela, quien afirmó en cadena nacional que no vacunará a sus nietos y quien se ha convertido en un hombre gris, en un verdadero verdugo de la población y, en especial, de la niñez, ya que muchos niños han fallecido por la falta de medicamentos oncológicos, además del mal manejo de la pandemia de COVID-19.

A estas alturas, a las cifras maquilladas de las muertes por la pandemia , habría que agregar las muertes de los niños por cáncer.

Es indescriptible el dolor, la impotencia, de los padres y familiares cuando les dicen que no hay medicamentos por un desabasto creado por malas políticas del gobierno federal, además de verse imposibilitado para comprar los medicamentos que palien o curen la enfermedad… Es una realidad muy triste, muy frustrante y muy desgastante.

Esto provocó manifestaciones por parte de los padres, quienes no sólo no fueron escuchados, sino que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador los calificó de ¡“golpistas”!

El presidente López Obrador, el secretario de Salud, Jorge Alcocer, y el subsecretario Hugo López Gatell, llevarán siempre sobre sus hombros —por su falta de humanidad y empatía— el estigma del sufrimiento y la muerte de estos niños.

quehaydenuevoviejo760@yahoo.com.mx

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