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A pesar del compromiso del Banco Mundial de hacer que todos los fondos estén “alineados con París”, el financiamiento continúa para proyectos de gas metano, que calientan el planeta, por lo que el martes 16 de abril, activistas globales y ciudadanos preocupados por la campaña Big Shift Global transformaron la entrada del Grupo del Banco Mundial en una zona de “peligro”, en una protesta para denunciar el financiamiento contínuo del Banco para el gas metano.
Decenas de activistas de África, Asia y América Latina denunciaron las inversiones en gas en curso; exigieron al Banco Mundial poner fin a sus inversiones en el sur global y explicaron por qué no lo ven como una solución para su país.
Los activistas globales sostuvieron pancartas de tres metros de altura y usaron máscaras para resaltar los peligros de la producción de gas natural.
El Banco Mundial proporcionó un promedio de 1.200 millones de dólares anuales en financiamiento directo para combustibles fósiles entre 2020 y 2022, de los cuales dos tercios se destinaron a proyectos de gas, según una investigación de Oil Change International.
Además, un informe de Recourse señala las muchas formas en que el GBM continúa el apoyo de la expansión del gas y demuestra cómo esto contribuye poco a mejorar el acceso interno a la energía, bloquea los combustibles fósiles, quita financiamiento a las energías renovables y conducirá a activos varados.
Las reuniones del Banco Mundial se producen después del año más caluroso registrado, un año en el que durante la COP28 casi 200 países reconocieron la necesidad de eliminar gradualmente los combustibles fósiles.
Además, incluso el presidente Joe Biden ha comenzado a evaluar el papel del gas, al poner en pausa los proyectos de GNL pendientes y futuros hasta que se realicen más investigaciones sobre el impacto del gas en la energía, la seguridad y el medio ambiente.
El Banco tiene un mandato para el desarrollo sostenible y las personas en sus países clientes, algunos de los más afectados por los impactos del cambio climático. Sin embargo, a pesar de las declaraciones del nuevo presidente Banga contra los subsidios a los combustibles fósiles, el Banco Mundial no ha logrado, hasta ahora, adoptar una postura contra el financiamiento de los combustibles fósiles.
Lorraine Chiponda: No gases a África. “El gas es peligroso, contribuye a la destrucción de nuestro planeta. No es un combustible de transición. Las energías renovables son la solución. La mayor parte del gas extraído del Sur Global se quema en el Norte Global, lo que fomenta el colonialismo energético. El análisis de los datos de Global Energy Monitor sobre la infraestructura de gas fósil en África muestra que el 93 por ciento de la capacidad operativa actual de GNL en el continente es para exportación. El gas es una mala economía y se deberían apoyar diferentes vías. El Banco Mundial debería dejar de financiar el gas”.
Sophie Richmond, líder global de la campaña Big Shift: “El gas no es el futuro ni la respuesta al acceso a la energía. El Banco Mundial continúa reiterando que el gas es necesario para el desarrollo, a pesar de que la evidencia demuestra que es tan sucio como el carbón. Las inversiones en gas no están "alineadas con París". El Banco debe poner fin a todo financiamiento directo e indirecto de los combustibles fósiles y orientarlo hacia energías renovables y sostenibles. Las reuniones de primavera son el momento de mostrar un compromiso real con el Acuerdo de París y la eliminación gradual de los combustibles fósiles”.
La Campaña Global Big Shift (bigshiftglobal.org) hizo un llamado a todos los bancos públicos de desarrollo más grandes del mundo para desviar el financiamiento de los combustibles fósiles sucios hacia energías renovables y sostenibles para brindar acceso a la energía para todos.