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Rebasan las energías limpias a las fósiles, asegura la ONU
- migueldealba5
- 22 jul
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La inversión en energías limpias rebasó ampliamente los recursos destinados a los combustibles fósiles y los costos de generación de electricidad con energía solar y eólica son ya más bajos que los fósiles, además de que la energía limpia combate el cambio climático e impulsa el desarrollo económico, la creación de empleos y la seguridad energética.
António Guterres, secretario general de la ONU, llamó el 22 de julio de 2025 a acelerar la transición global hacia las energías renovables, al asegurar que “el futuro de la energía limpia ha dejado de ser una promesa y ya es un hecho”.
Con base en un informe especial conjunto del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Agencia Internacional de Energías Renovables, Guterres pronunció un discurso sobre el clima con datos contundentes de los avances del sector: en 2024, la inversión en energías limpias superó por primera vez los dos billones de dólares, por lo que rebasó ampliamente los recursos destinados a los combustibles fósiles.
Además, los costos de generación de electricidad con energía solar y eólica son ya más bajos que los fósiles, lo que marca un punto de inflexión irreversible en la economía energética mundial.
“La energía limpia no sólo combate el cambio climático, sino que impulsa el desarrollo económico, la creación de empleos y la seguridad energética”, y subrayó que sólo en 2024, el 10 por ciento del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial fue impulsado por sectores vinculados a las energías renovables.
Destacó casos como China, donde el sector limpio representó 25 por ciento del crecimiento económico, y la Unión Europea, con un tercio de su avance atribuido a este rubro, muestran el poder transformador de la transición.
Alrededor de 35 millones de personas trabajan actualmente en empleos relacionados con las energías limpias, de los cuales 16,2 millones corresponden directamente al sector de las renovables.
Guterres identificó tres razones fundamentales por las cuales la transformación energética ya es irreversible: su solidez económica, su papel en la seguridad energética y su capacidad de ofrecer acceso universal.
Garantizan autonomía
Recordó que mientras el petróleo y el gas generan volatilidad y dependencia geopolítica, el sol y el viento proporcionan autonomía, estabilidad y un recurso inagotable. Actualmente, las fuentes renovables generan casi un tercio de la electricidad mundial, cifra que va en aumento.
“Ni los gobiernos, ni las industrias, ni los intereses especiales pueden impedirlo”, apuntó con determinación, aunque reconoció que los grupos de presión vinculados a los combustibles fósiles aún intentan frenar la transformación. “Estoy más seguro que nunca de que fracasarán, porque hemos superado el punto de no retorno”, aseguró.
Avance desigual
Sin embargo, advirtió que la transición no avanza con la equidad ni la velocidad necesarias. África representa apenas el 1,5 por ciento de la capacidad renovable instalada a nivel global, a pesar de contar con 60 por ciento del potencial solar del planeta.
Además, el 41 por ciento de la capacidad global instalada en 2024 se encuentra en China, el 39 por ciento en países de la Organización para la Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE), y casi la mitad del resto en Brasil e India.
La concentración geográfica de inversiones e infraestructuras energéticas también representa un riesgo para la seguridad de las cadenas de suministro.
En respuesta a esas desigualdades, Guterres presentó seis campos estratégicos de acción para garantizar una transición justa y eficaz:
Planes climáticos nacionales más ambiciosos.
Construcción de sistemas energéticos modernos.
Cobertura de la creciente demanda eléctrica con renovables.
Justicia social como eje de la transición.
Comercio justo e inclusivo.
Inversión significativa en países en desarrollo.
Auge de los vehículos eléctricos
El informe revela que entre 2015 y 2024, la capacidad eléctrica renovable global aumentó 140 por ciento, mientras la capacidad fósil sólo creció 16 por ciento. En el mismo periodo, las energías renovables aportaron 92,5 por ciento de las nuevas instalaciones de generación eléctrica y representaron 74 por ciento del crecimiento en la producción de electricidad.
Además, las ventas de vehículos eléctricos se dispararon en 3.300 por ciento, al alcanzar más de 17 millones de unidades en 2024, lo que es más del 20 por ciento de todas las ventas de automóviles.
Energía más barata
La electricidad generada a partir de energía solar y eólica es considerablemente más barata que la generada por plantas fósiles. En 2024, el costo promedio mundial de la electricidad solar fue 41 por ciento más bajo que el de la planta fósil más barata, mientras que el de la energía eólica terrestre fue 53 por ciento más bajo.
El informe advierte que la transición energética global no sustituy a los combustibles fósiles con la rapidez necesaria. Aunque la proporción de éstos en el suministro energético total mundial cayó del 83 por ciento en 2015 al 80 por ciento en 2024, los subsidios a los combustibles fósiles aún son elevados y muchas redes eléctricas no se han adaptado para integrar completamente las nuevas capacidades renovables. Actualmente, más de 3.000 GW de proyectos renovables esperan conexión a la red.
Las inversiones deben multiplicarse
El documento destaca que para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la inversión anual en energías limpias en economías emergentes y en desarrollo (excluyendo China) debe multiplicarse de cinco a siete veces antes de 2030, hasta alcanzar dos billones de dólares anuales en 2035.
La meta exige reformar profundamente la arquitectura financiera internacional, reducir los costos del capital y garantizar políticas comerciales que respalden el desarrollo sostenible.
“Es el momento oportuno. Tenemos las herramientas. Ahora debemos usarlas con decisión y equidad”, puntualizó Guterres, quien añadió que con políticas inteligentes, cooperación internacional y una voluntad firme, puede lograrse un sistema energético limpio, seguro, accesible y equitativo para todos.
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