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Colaboración con respeto a la soberanía


TEMAS CENTRALES

Por Miguel Tirado Rasso

El empoderamiento que lograron

los cárteles durante los abrazos

del pasado obliga a sumar fuerzas

para tener éxito en el combate

al crimen organizado.

El pasado 19 de mayo, Ronald Johnson presentó a la presidenta Claudia Sheinbaum las cartas credenciales que loo acreditan como embajador de los Estados Unidos de América en México, con lo que inició su gestión diplomática en nuestro país quien fue propuesto para el cargo por el presidente Donald Trump el 10 de diciembre de 2024. Su nombramiento tuvo que ser aprobado por el Senado estadounidense, ratificación que se dio el pasado 9 de abril en una cerrada votación: 49 votos a favor y 46 en contra.

Es corta la experiencia diplomática de Johnson. De acuerdo a su historia laboral, se concreta con el cargo de embajador en El Salvador, de septiembre de 2019 a enero de 2021, durante el primer mandato del presidente Donald Trump.

En el comunicado oficial del gobierno de los Estados Unidos de América (EUA) se menciona que el funcionario es un general retirado, experto en temas de atención a refugiados, combate al narcotráfico y lucha contra el terrorismo, además de haber trabajado para el gobierno de los EUA cuatro décadas, primero como oficial del Ejército estadounidense y después como miembro de la comunidad de inteligencia (CIA).

La llegada del nuevo embajador se da en un contexto en que el gobierno norteamericano ha endurecido su política fronteriza. Sólo en los últimos 30 días habría varios hechos como muestra de lo anterior. En abril, el alcalde de Matamoros, Alberto Granados Favila, fue detenido y sometido a un largo interrogatorio al intentar cruzar el puente internacional Brownsville-Matamoros. Por lo pronto, sólo le revocaron la visa estadounidense. Al parecer las agencias estadounidenses (la Administración del Control de Drogas y el Buró Federal de Investigación / DEA y FBI), monitoreaban al alcalde por presuntos nexos con el Cártel del Golfo.

Semanas después, en el mismo cruce fronterizo, autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detuvieron a una funcionaria de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas, Angélica Rodríguez, y a su pareja, a quienes les decomisaron 180 mil dólares que llevaban escondidos en el automóvil y ocultos bajo su vestimenta, los cuales pretendían ingresar a México. Los detenidos fueron puestos a disposición de la Agencia de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI).

Hace unos días, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, informó que le había sido revocada su visa estadounidense por las autoridades norteamericanas. Previamente se la habían retirado a su esposo, sin informar las causas, según su propia declaración. Al parecer, es la primera vez que a un gobernador en funciones le es retirada su visa. Misma situación de un alcalde en funciones.

También los medios dieron a conocer la información sobre el ingreso de17 familiares de los “chapitos” a los EUA, al parecer en una entrega pactada con agentes del FBI. Esto, tras la decisión de Ovidio Guzmán de aceptar su declaración de culpabilidad por narcotráfico, como parte de un acuerdo de colaboración con las autoridades de ese país.

Un quinto evento, relacionado con el combate al narcotráfico, dado a conocer en redes sociales por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), habría sido la causa de cierta incomodidad en Palacio Nacional. La información presumía el desmantelamiento de tres laboratorios de producción de drogas sintéticas a gran escala, en Sinaloa, sin que quedara claro si en el operativo habían intervenido elementos de agencias norteamericanas, pues en una foto publicada aparecían agentes uniformados con emblemas del ICE.

Para despejar dudas, la embajada de los EUA publicó un comunicado en el que precisó que en el operativo no hubo intervención alguna de agentes norteamericanos; que las acciones fueron encabezadas por un grupo de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República (FGR), certificado por el ICE y la HSI. Sin embargo, junto con la aclaración, la embajada volvió a publicar la controversial foto, sin mayor explicación.

La molestia en Palacio Nacional tenía que ver con la reiteración hecha por la presidenta de que ya no participan agentes norteamericanos en los operativos en México y que si bien se suelen realizar con reportes de inteligencia de los EUA, los operativos se realizan exclusivamente por las autoridades mexicanas.

El tema no es menor, porque las presiones del norte son cada vez más fuertes. Trump insiste en querer enviar tropas militares para combatir a los cárteles y el gobierno mexicano no admite la participación activa de agentes extranjeros en operativos.

La intervención militar está descartada. Creo que nadie estaría de acuerdo con ella. Sin embargo, la colaboración entre agencias investigadoras de uno y otro país, con reglas definidas, no debiera descartarse. El empoderamiento que lograron los cárteles durante los abrazos del pasado obliga a sumar fuerzas para tener éxito en el combate al crimen organizado.

Mayo 22 de 2025

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