top of page

Dignidad aplastada


¡Qué hay de nuevo… Viejo!

Por Araceli Mendoza

@Arinmaldoza

Marchas para hacer alianzas... Esto no es nuevo; años atrás se ponía en práctica conformar los sindicatos como la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) del movimiento obrero. El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) en 1916 tensó las relaciones entre los trabajadores y el gobierno carrancista. ¿Habría que preguntarse porque se tensaron las relaciones?.

Alianzas... Una relación con el Estado. Por supuesto, a cambio de muchos intereses, con migajas para los trabajadores y grandes beneficios a los líderes. Para que no se viera como prostitución, le llamaron “colaboracionismo”.

De verdad: los políticos sacan cada palabra para desaparecer cualquier relación corrupta, según piensan ellos.

Los líderes de aquellos años sabían que el pueblo bueno acababa de salir de la Revolución y, como ahora después de una pandemia, tiene hambre y muchas otras necesidades, como la atención a la salud. Pero los políticos son barrigones, bigotones y tramposos sólo dejaban las migajas para el pueblo.

Hoy es lo mismo: una torta y un refresco... Y como siempre, coaccionados con su trabajo: “Si no vas a la marcha convocada por el presidente, te descontamos, te despides de tu puesto... ¡qué se yo! Las amenazas por delante, sino importar si son madres solteras o jefes de familia. ¡Les vale! Hay que reunir gente. A ver, tú o tú, te haces cargo de una sección y me respondes.

Sí, me respondes... Se crea una violencia entre los trabajadores, en una práctica muy bien aprendida de años atrás. Los dirigentes se ven empoderados, con la esperanza de obtener un mejor puesto o sueldo. Mientras tanto, otros se sintieron humillados porque esperar al presidente durante cinco horas para llegar a la Plaza de la Constitución, a pleno sol, sin ningún beneficio, a escuchar que ahora es "humanista", realmente me parece una burla al pueblo bueno.

El presidente no consideró las horas que tardó en llegar a la plaza del zócalo. Era su marcha y no importaban los empujones, los pisotones. Era su marcha. Muchos colaboradores se fueron mejor directo a esperarlo hasta donde daría su discurso; como decía Fidel Velazquez: “el que se mueve, no sale en la foto”, pero salieron fifís como Carlos Bremer, quien en una subasta para "regresar al pueblo lo robado", se quedó con la casa Zhenli Ye Gon, o Antonio del Valle, pero la gente ¿qué sabe de estos ricos?, ¡nada, pero están ahí, sin dignidad, a ver qué "hueso" les dan.

Al secretario de Salud, por ejemplo, no se le vío por ningún lado... Tampoco a López Gatell. Tal vez no asistieron porque tenían un plan mejor... o sabían que podrían ser agredidos verbalmente por el pueblo bueno.

En está marcha existirán cinco lobitos, como lo fueron en su momento Fidel Velázquez, Fernando Amilpa, Jesús Yurén y Rafael Quintero. Rápidamente los lobitos agremiaron a restauranteros, cantineros, trabajadores del rastro, cerilleros, pequeños comerciantes expendedores de carbón y otros, todos a marchar, a hacer las mantas de cada sección... ¡Ay, lo mismo! ¿Quiénes serán las cinco lombrices de la 4T?

Nada nuevo que relatar. Todo es en favor de poder político. Son muchos los acarreados y pocos los beneficiados. Siempre ha sido lo mismo; más de lo mismo, sin sentido, sin resultados favorables para el pueblo bueno.

Muy triste ser transportado sin hospedaje, sólo el asiento de un camión; sin un baño digno para todos los que vienen en un camión desde no sé dónde, pero hay que apoyar al presidente en su marcha. ¡Sí, en su marcha! No puedes decir que NO. ¿Acaso de verdad a nuestro pueblo bueno le gusta ser mal tratado por los políticos?

El entusiasmo debería de ser para la educación, la salud, el deporte... Pero no, la finalidad de la marcha es no perder el poder. ¡Qué pobre marcha! ¡Sin Humanidad, todos a pleno sol!

quehaydenuevoviejo760@yahoo.com.mx


12 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page