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El arte y la cultura en los jóvenes


Por Mayra Nuñez P.


Asistí al Encuentro Estatal de Arte y Cultura DGETI 2022 como parte del jurado, y pude observar que las escuelas hacen un gran esfuerzo para ofrecer educación tecnológica a nivel medio superior con un carácter científico y humanista aunado al conocimiento y práctica de actividades culturales y artísticas, tal y como expresó el director del plantel.

Me llamaron la atención los temas que desarrollaron los jóvenes:

+ La paz y los valores humanos en México

+ Los jóvenes frente a las redes sociales

+ La voz de la juventud Indígena

+ Los feminicidios

+ Los jóvenes frente al reto del tercer milenio.

Los participantes dejaron muy claro que "el arte es el reflejo de la cultura humana, y que a través de las expresiones artísticas como el teatro, la literatura, la danza, la música y las artes plásticas, una sociedad pueda expresarse.

Representan pensamientos, tradiciones, e ideologías que crean la historia.

Es un hecho que el arte siempre ha estado presente en las grandes revoluciones, en los cambios sociales, políticos y económicos que vivimos, tratando de transmitir la realidad e ideología social.

La participación de esta alumna nos transmite una realidad y es una denuncia social:


DOLOR POR LA MUERTE DE UN NIÑO

(Fidencio Escamilla Cervantes)


No señor, en el ISSSTE yo n creo, ni en el Seguro Social.

Y aunque son logros del pueblo, ya no creo, ya no creo.

Perdí la confianza en ellos y la perdí por entero.

Cómo no iba a perderla si a causa de todos ellos

perdí a mi primer hijo. ¡Como lo oye… el primero!

Empezó con calentura, ardor por todo el cuerpo,

Y unos espasmos horribles y un dolor aquí en el pecho,

Su cabecita sudaba, se quejaba por entero.

A veces abría los ojos y me decía ¡te quiero, te quiero!

Y me desgarraba el alma al ver a mi hijo, el primero,

Hecho bolita en su cama con un dolor en el pecho.

Yo lo miraba a sus ojos, le acariciaba su pelo...

Quería mitigar con frases lo que él estaba sufriendo.

Y pensé en el hospital ¡Sí! El que se encuentra en el pueblo.

Ahí tenían que aliviarlo, para eso lo puso el gobierno.

Arropé a mi muchachito y salí corriendo

Como alma que lleva el diablo, con mucho temor y miedo.

No se si eran mis lágrimas o a poco estaba lloviendo;

Si me salí sin camisa o el frío era muy intenso;

Si era noche plagada o cerrada de luceros;

Si el calor estaba hiriente o muy intenso era el viento;

Sólo sé que entre mis brazos a mi hijo llevaba enfermo

Con espasmos seguiditos y encendido todo el cuerpo.

Y lloraba desesperado, tal vez de dolor y miedo;

Yo le miraba su rostro y lo apretaba en mi pecho,

Y así, con mi niño a cuestas, llegue al hospital del pueblo.

Con la esperanza en la ciencia en manos de galenos,

Me dirigí a las urgencias y ya casi sin aliento

Le dije a las enfermeras ¡Mi hijo se está muriendo!

Atiéndalo por favor, quítenle este sufrimiento;

Díganme a dónde lo paso y que lo revise un médico,

Que se queja el pobrecito de dolor en todo el cuerpo;

Sus ojos son dos tizones de calentura, ¡está hirviendo...!

Esperaba ver sobresaltos, que todos fueran corriendo;

que la enfermera gritara pidiendo ayuda a los médicos,

que se abrieran consultorios y todos a un mismo tiempo

se avocaran a mi niño y ver que le estaba ocurriendo.

¡Qué distinta la respuesta, que me heló todo el cuerpo,

Pues en lugar de auxiliarme o que llamara a un médico,

Pidió credencial del ISSSTE o carnet en su defecto…

Si era empleado de confianza o simplemente maestro.

Que ya eran otras leyes y había nuevos reglamentos

En todos los hospitales que manejaba el gobierno.

Además, no había servicio por ser primer día de enero,

Pues los doctores de guardia celebraban año nuevo,

Que fuera mas comprensivo y atendiera el reglamento,

Que con cualquier aspirina se pondría bien el enfermo.

Al escuchar esas palabras sentí la rabia por dentro,

Agarre a mi muchachito, lo arropé contra mi pecho,

Al consultorio más cercano penetré casi corriendo…

Y allí estaban en gran jolgorio las enfermeras y médicos,

Viviendo la borrachera producto de año nuevo.

¿Qué importan los pacientes, si era el primero de enero?

Brindaban con alegría, y el brandy, mezcal y añejo,

En esos hombres de ciencia estaba surtiendo efecto,

Me miraron con sorpresa... después se soltaron riendo;

Que ellos curaban los males de los pacientes enfermos,

Pero el que llevaba yo no ocupaba ya de médicos;

Que eran las funerarias las que atendían a los muertos.

Perdí la noción del espacio y la razón por completo;

Carreras, gritos, auxilios por enfermeras y médicos,

Pues con un hacha en mis manos de “rómpase en caso de incendios”

Arremetí contra todos, mujeres y hombres, parejo.

Lo hice con furia y saña, pues se me fue mi pequeño

Por culpa de aquellas bestias. Lo demás no lo recuerdo.

Han pasado ya quince años de soledad y de encierro,

Desde aquella noche amarga en que perdí a mi pequeño

Unos pedían manicomio, que estaba mal del cerebro;

Otros, cadena perpetua, que sirviera de escarmiento.

Han pasado ya quince años de quedar convicto y preso,

Y de lo que pasó esa noche, la verdad, no me arrepiento,

Porque han sido quince años de dolor y sufrimiento,

De estar pensando en mi hijo, esté dormido o despierto,

Y cada vez que eso pasa se me revuelve el cerebro;

Las lágrimas me traicionan y en ellas baño mi cuerpo.

Y me acuerdo de esa noche, y me acuerdo de esos médicos,

De la misión que les dieron para rescatar enfermos.

Aunque no fueron los únicos, porque como ellos hay cientos

Que anteponen veleidades, a su quehacer de galenos.

¡Por eso sufro este encierro! ¡Por eso no me arrepiento!

Así pase un siglo de dolor y sufrimiento,

Mientras sueñe con mi niño y que me diga “te quiero”

Con su carita encendida y bañado en sudor su cuerpo,

Con los espasmos horribles y su dolor en el pecho,

Su mirada mortecina y aquellos quejidos tétricos,

No olvidaré ni un segundo que por culpa de esos médicos

La vida de mi chiquillo quedó desecha en mi pecho.


Actualmente el arte se ve en las calles, en los muros, las propuestas artísticas callejeras (no todas) hablan por sí solas, pero si el espectador no se detiene a verlas, a criticarlas y a reflexionar… entonces, el arte no se puede comunicar.

YouTube: Mayra Gallery Art

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