El cambio climático pone en riesgo a la infancia en el mundo: UNICEF
- migueldealba5
- 18 jul
- 6 Min. de lectura

Los niños son especialmente vulnerables a la contaminación, las enfermedades mortales y los fenómenos meteorológicos extremos, y la crisis climática ya afecta sus cuerpos, mentes y comunidades. El calentamiento global no sólo está cambiando el planeta, también a los niños, quienes están expuestos a los riesgos climáticos.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), estima que mil millones de niños enfrentan riesgos extremos que afectan su capacidad de sobrevivir, crecer y prosperar.
¿Qué debe pasar?
La climática es una crisis de derechos de la infancia, por lo que sus necesidades, perspectivas y derechos deben tenerse en cuenta en las políticas, acciones e inversiones climáticas a todos los niveles.
UNICEF hace un llamado a los gobiernos y a sus socios para actuar.
Proteger la vida, la salud y el bienestar de los niños y la resiliencia de sus comunidades adaptando los servicios sociales esenciales a un clima cambiante, desastres más frecuentes y un medio ambiente degradado.
Empoderar a cada niño con oportunidades de desarrollo, educación y habilidades para ser un defensor del medio ambiente.
Reducir las emisiones y cumplir los acuerdos internacionales sobre sostenibilidad y cambio climático.
El secretario General de la ONU, António Guterres, hizo un llamado a la acción ante el calor extremo: “El calor agobiante está por todas partes. Miles de millones de personas en todo el mundo se están agotando bajo olas de calor cada vez más severas, impulsadas principalmente por una crisis climática antropogénica y cargada de combustibles fósiles. Más del 70 por ciento de la fuerza laboral mundial (2 mil 400 millones de personas) corre actualmente un alto riesgo de calor extremo. Las comunidades más vulnerables son las más afectadas”.
En respuesta al rápido aumento de la escala, intensidad, frecuencia y duración del calor extremo, Guterres pidió un esfuerzo urgente y concertado para mejorar la cooperación internacional para abordar el calor extremo en cuatro áreas críticas:
- Cuidar a los vulnerables
- Proteger a los trabajadores
- Impulsar la resiliencia de las economías y las sociedades utilizando datos y ciencia
- Limitar el aumento de la temperatura a 1,5 °C al eliminar gradualmente los combustibles fósiles y aumentar la inversión en energía renovable.

Cómo responde UNICEF
UNICEF trabaja para proteger a todos los niños de los efectos del cambio climático y poner los derechos de cada niño en el centro de la acción climática, para lo cual implementa soluciones innovadoras de adaptación climática. Empodera y amplifica las voces de niños y jóvenes en todas las conversaciones sobre el clima y trabaja con los gobiernos para abordar los impactos del cambio climático en la infancia.
Para abordar la crisis climática, todos deben comprender por qué ocurre y qué se puede hacer para defenderse de sus impactos, especialmente en los niños. La gente debe aumentar sus conocimientos sobre el cambio climático y compartir lo que aprende con otros: hijos, familia, amigos y colegas.
El cambio climático está elevando las temperaturas globales y provocando olas de calor históricas. Cada vez más países se enfrentan a días más calurosos con mayor frecuencia, intensidad y duración.
El estrés térmico causado por la exposición a las olas de calor puede afectar negativamente la salud y el bienestar, especialmente de los bebés y niños pequeños.
Una tercera parte de los niños del mundo experimentan, en promedio, entre cuatro y cinco olas de calor al año, lo que implica exposición a, al menos, una de las siguientes condiciones de calor extremo:
Temperaturas superiores a 35°C durante 83,54 o más días al año;
Una ola de calor que dura al menos 4,7 días o más; o,
Temperaturas de 2°C o más por encima del promedio local de 15 días.

Una ola de calor es cualquier período de tres días o más durante el cual la temperatura máxima es más alta de lo normal (10 por ciento superior del promedio local de 15 días). La humedad puede aumentar la temperatura y hacer que se sienta más caliente.
El estrés térmico es el estrés que sufre el cuerpo al no ser capaz de eliminar el exceso de calor.
La exposición a altas temperaturas y humedad, que al intensificarse con el esfuerzo físico, sobrepasa la capacidad del cuerpo para enfriarse y puede provocar enfermedades relacionadas con el calor, desde leves, como erupciones por calor en bebés, hasta consecuencias más graves y potencialmente mortales, como un golpe de calor y un alto riesgo de insuficiencia orgánica.
Los niños son más vulnerables a los efectos a corto y largo plazo del estrés térmico, porque sudan menos por kilogramo que los adultos y tienen un metabolismo más alto, lo que significa que se calientan más rápidamente.
También pasan más tiempo al aire libre que los adultos al jugar, practicar deportes y realizar otras actividades, por lo que tienen un mayor riesgo de exposición al calor y a lesiones.
Mientras juegan o hacen ejercicio, los niños tienen menos probabilidades de rehidratarse, lo que puede ser peligroso e incluso fatal, en especial cuando hace demasiado calor afuera.
Los bebés y los niños pequeños no pueden regular su temperatura corporal tan bien como los adultos, porque sus cuerpos tienen más calor interno y absorben más calor del ambiente.
El sistema inmunológico de los bebés está en desarrollo, por lo que son menos capaces de combatir los síntomas del estrés por calor.
El estrés térmico durante el embarazo puede poner al bebé en riesgo de bajo peso al nacer, parto prematuro e incluso muerte fetal. También puede causar problemas de salud a las madres.

Cómo afecta el calor excesivo a los niños
El calor extremo presenta riesgos únicos en las distintas etapas de la infancia. Los bebés y los menores de cinco años son quienes presentan mayor riesgo de morbilidad y mortalidad relacionadas con el calor, mientras los adolescentes tienen más probabilidades de sufrir lesiones por calor debido al esfuerzo.
El calor extremo puede tener efectos graves en la salud de los niños, su bienestar mental, su educación y su nutrición.
El estrés térmico puede provocar golpes de calor y diarrea por deshidratación; puede aumentar el riesgo de enfermedades respiratorias crónicas, disfunción orgánica —como la insuficiencia renal— y problemas crónicos por defectos congénitos.
Las olas de calor agravan las sequías, las pérdidas de cosechas y ponen en peligro el acceso de los niños a los alimentos y al agua. La inseguridad alimentaria causada por las olas de calor tiene graves consecuencias para la nutrición infantil.
Las olas de calor se relacionan con el ausentismo escolar. Las altas temperaturas y la menor hidratación afectan la capacidad de concentración de los niños, lo que puede afectar su rendimiento escolar.
Las altas temperaturas se relacionan con un aumento de los problemas de salud mental en niños y adolescentes. El calor puede provocar niveles altos de estrés y falta de sueño que, a su vez, podría aumentar la probabilidad de episodios de depresión y trastorno de estrés postraumático.
Cómo proteger a los niños del estrés por calor
Es necesario reconocer los primeros signos de enfermedades relacionadas con el calor y prevenirlas.
Algunas formas de mantener a los niños seguros y cómodos durante una ola de calor son:
Vigilar de cerca sus actividades, incluso cuando jueguen en interiores.
Vigilar los primeros signos y síntomas de enfermedades provocadas por el calor.
Evitar estar al aire libre durante las horas calurosas del mediodía y de la tarde.
Ayudarlos a adaptarse lentamente al ejercicio o a cualquier actividad física.
Animarlos a descansar y refrescarse a la sombra cuando empiecen a sentir calor.
Recordarles que beban agua con frecuencia para mantener la hidratación.
¿Cómo ayudar a mantener a sus hijos y a su familia seguros en condiciones de calor extremo?
Bebés y lactantes
Crear lugares más frescos para bebés y niños.
Abrigar a los bebés sin apretarlos durante la temporada de calor, para que se refresquen naturalmente.
Las madres lactantes deben amamantar durante toda la temporada de calor; los bebés amamantados no deben tomar suplementos de agua durante este período.
Las mujeres embarazadas deben mantenerse siempre bien hidratadas.
¿Qué debe pasar?
UNICEF insta a los gobiernos y socios a tomar medidas urgentes. A medida que las olas de calor se vuelven más frecuentes y prolongadas, es necesario actuar con urgencia. La preparación puede proteger a las poblaciones vulnerables, especialmente a los niños.
UNICEF y sus socios instan a los gobiernos a garantizar que:
Los trabajadores de salud de primera línea reciban capacitación para reconocer los síntomas del estrés térmico y cómo varían entre bebés, niños pequeños, mujeres embarazadas y la población en general.
Los centros de salud están equipados con el equipo adecuado para enfriar rápidamente a las víctimas del calor: suficiente hielo, líquidos refrigerados, ventiladores, etc.
Los sistemas de salud están conectados a los servicios meteorológicos en las regiones con altas temperaturas. Esto permitirá que los sistemas de salud reciban información anticipada sobre las olas de calor y preparen al personal y los equipos esenciales para un posible aumento repentino de pacientes.
Los centros de salud cuentan con espacios públicos frescos donde las personas pueden permanecer de forma segura durante una ola de calor, sin aumentar el riesgo de propagación de alguna infección.
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