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Evolución


¡Qué hay de nuevo… Viejo!


Por Araceli Mendoza

@Arinmaldoza


Cuando niño quieres, por medio del juego, alcanzar metas, imitar a los artistas, ser famoso... Es aquello que todos soñamos.

La vida nos pone barreras, topes, baches... Niños o niñas se enferman y sus circunstancias cambian radicalmente. Son protagonistas de historias sumamente tristes en los hospitales, con enfermeras que atemorizan su estancia hospitalaria; que amenazan con no dejar entrar a sus padres. Tal vez si mejora su salud, estos niñas/niños se pondrán las pilas para dedicarse a la medicina e implementar un sistema de salud mejor para los menores.

Aspirar a ser mejor para cambiar las cosas es un sentimiento universal de todo ser humano, pienso. Que personas con espíritu negativo y de frustración digan que ser “aspiracionista” es reprobable, intentan matar, cancelar, el crecimiento interno del ser humano.

Hay tantas historias de éxito de personas que, después de enfrentar una serie de situaciones, llegan a destacar por su empeño y coraje, pese a las circunstancias.

A los niños hay que inculcarles el ser una persona con aspiraciones de crecimiento en todo sentido: ser buen estudiante, deportista, profesionista; ser creativo, innovador, en beneficio de una sociedad. Hoy más que nunca, ante el cambio climático, ante los virus, ante la mala política, hay grandes oportunidades para aspirar a ser mejores en lo que soñamos y vivimos.

En los años 40 ó 50, hombres mexicanos hicieron mucho por su país. Las escuelas de gobierno, con el sistema de José Vasconcelos, formaron a personas bien preparadas, aunque muchas no alcanzaron a terminar la preparatoria o la dejaran trunca.

Las necesidades hicieron hombres y mujeres comprometidos por su casa y por su país. Tal vez no pudieron realizar sus sueños de ser importantes ante la sociedad, pero destacaron en su familia por tener un empleo digno, con buen sueldo, y alcanzaron a vivir mejor y a tener comodidades que no pensaron tener.

La sociedad mexicana se benefició de grandes oportunidades de crecimiento en la ciudad; surgieron instituciones que dieron trabajo a muchas personas; las mujeres se vieron beneficiadas con carreras como las de educadoras o secretarias. Hasta la fecha es indispensable, a pesar de tener todo en una computadora; empresarios, políticos, se apoyan en una secretaria. Otra disciplina fue la de enfermería. Había que cubrir todos los puestos que se crearon al paso del crecimiento del país.

No me imagino a personas pasivas, sin aspiraciones. ¿Tendríamos un país apático, muerto? Es totalmente reprobable querer cancelar y colocar en la mente de las personas el NO evolucionar.

En la Copa Mundial de Futbol muchos vieron a Lionel Messi, jugador de Argentina, con el número 10, convertirse en un campeón. Sin embargo, de niño era introvertido, porque todos los días tenía que inyectarse hormona para el crecimiento. Hoy, con su 1.69 de estatura, es un campeón.

¡No dejes que nadie trunque tus sueños, sé ASPIRACIONISTA!

quehaydenuevoviejo760@yahoo.com.mx




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