¡Qué hay de nuevo… Viejo!
Por Araceli Mendoza
@arinmaldoza
Llevamos dos años de pandemia. Al inicio, se escuchaba o se leía en las redes sociales “reza” y múltiples cadenas de oración para que la pandemia pasara y no fuera tan agresiva.
Aquel año -2020- también hubo una semana santa devastada, sombría, con el Papa Francisco rezando sólo en el Vaticano, con la plaza de San Pedro vacía, un viacrucis ensombrecido por una pandemia. Comenzaba el confinamiento, aunque se dijo que tendríamos que estar en cuarentena, encerrados. “Hay que rezar”, se leía una y otra vez en las redes sociales.
Hoy “hay que rezar” por México, que está peor que Ucrania. Es mayor la cifra de muertos aquí a la de decesos por la guerra en aquel país, aparentemente muy lejos de nuestro territorio, pero que trae consecuencias a México, como el aumento en los combustibles (petróleo, gas y gasolinas), que será muy perjudicial en los precios al consumidor, y muchas otras situaciones económicas que se verán reflejadas al paso de los días si no se logra un acuerdo de paz pronto. “Hay que rezar”.
“Hay que rezar” por las personas -nadie sabe si fueron 15, 17 ó 20- acribilladas en Michoacán, porque el gobierno dice que no fueron fusilados porque no los formaron en fila. Los vecinos que captaron en video este terrible hecho de terror sanguinario tienen miedo, pero también lo tienen los cuerpos policiacos.
Pero el presidente Andrés Manuel López Obrador restó importancia al hecho, como lo ha hecho con sucesos similares en Zacatecas y en Sonora. Es terrible cuando una persona no ve y no escucha porque el ego no lo deja ver ni escuchar a la población que está en medio de la guerra de los grupos armados peleando por las plazas.
Rosa Isela Rodríguez Velázquez, secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, presenta estadísticas de seguridad “maquilladas”. ¿Tendrá que rezar? ¿Cómo ocultar los videos expuestos en las redes sociales? “Hay que rezar” para que la delincuencia sea abatida.
El líder o representante de la Iglesia católica, el Papa Francisco, ha rezado hasta el cansancio por la pandemia, por la violencia, por la guerra, por el cambio climático, por los hechos del mundo.
Los mexicanos, católicos y guadalupanos, no queremos estos hechos de terror en México. “Hay que rezar” porque la 4T abra los ojos y le diga al presidente la realidad de la situación de inseguridad del país. ¿O será que todos están ciegos y, desde luego, un ciego no puede guiar a otro ciego?
Mientras tanto, tenemos una guerra en México, una guerra por las plazas. Sin importar la población, adulta o infantil, estos grupos -como se vio en Reynosa, Tamaulipas- acaban con la vida de personas inocentes.
“Hay que rezar” para que tú o tú no estés en el lugar equivocado a la hora equivocada por donde pasan estos grupos delincuenciales chacales, si se les puede llamar así, como el asesino que se dice disolvía los cuerpos en ácido. Ese hombre ¿qué castigo merece?
Una prisión adecuada para llevar a estos chacales estaba en las Islas Marias”, que se han transformado para visitarlas turísticamente. Los reclusorios, ya se ha dicho, son las universidades de la delincuencia organizada, llenas de corrupción.
Presidente: si quiere terminar con la corrupción, empieza por ahí, pues hay mucha tela de dónde cortar. ¿O acaso tus asesores no te dicen que de ahí provienen las extorsiones, secuestros, el tráfico de droga, etc?
“Hay que rezar” por los muertos por el mal manejo de la pandemia; por los niños de cáncer que fallecen por falta de medicamentos y terapias. ¿Rezar o suplicar porque esto termine, sobre todo el mal gobierno que prefiere hacer sus proyectos faraónicos, sin importarle la situación económica y de carencia en que viven miles de mexicanos?
* rezar · 1. ponerse una persona en presencia de manera mental
y anímica ante una divinidad para pedir o agradecer.
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