¡Qué hay de nuevo… Viejo!
Por Araceli Mendoza
@Arinmaldoza
¿Cómo no sentir incertidumbre, temor, miedo, cuando te dicen que serás hospitalizado? En agosto de 2019, muchos adultos mayores presentaron cuadros de neumonía atípica. Más adelante, inició una pandemia inimaginable por todos, que sigue latente: la COVID-19, por lo que las medidas sanitarias se incrementaron a partir de los contagios.
La pandemia visibilizó la falta de insumos en los hospitales; de equipos de protección personal para médicos, enfermeras, paramédicos y tantas personas que intervienen en los servicios de salud; los más olvidados fueron, por supuesto, las personas que realizan una de las actividades de mayor riesgo, al estar en contacto con material altamente peligroso: intendencia o personal de limpieza. Si para los médicos no había equipo de protección, estas personas sólo podían comprar sus propios materiales de seguridad, como guantes, caretas, cubrebocas, pero muchos quedaron a la deriva.
Después del confinamiento, se ve la caída libre del mal estructurado sector salud, desde falta de medicamentos hasta carencia de personal médico, este último motivado por la falta de seguridad en muchas comunidades del país, aunado a la cancelación del Seguro Popular.
Por si fuera poco, el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, puso en la mira a los consultorios de ciertas farmacias, donde han sido atendidas un gran número de personas, ya sea por carecer de seguridad social o por su condición económica limitada. A final de cuentas, cumplen con un servicio indispensable para la población, que el Estado no ha sabido otorgar.
Por otro lado, está el grave problema de estar internado en los hospitales, que han sufrido inundaciones, caídas de plafones o techos falsos, por lo cual al ya lamentable estado del paciente por el hecho de estar internado, hay que adicionar lo terrible de ver cómo te tienen que movilizar porque el techo se desprendió o la inundación llega a la sala dónde se encuentra el paciente.
¿Dónde están los responsables de construir estos hospitales con daños estructurales? Los funcionarios que otorgaron los contratos ¿dónde están? Sería bueno saberlo, porque son construcciones asignadas y pagadas con el dinero del pueblo bueno y fue mal invertido, como muestran los materiales usados en estos nosocomios.
Piensan que no será visible todo lo que va por debajo, dentro de los tabiques o de la tablarroca, porque no se ha sancionado a ningún constructor por los graves problemas en la construcción de hospitales, tanto del Seguro Social como de los Centros de Salud.
Se ha observado cómo los drenajes no funcionan y, a partir de una lluvia, se anegan diferentes áreas de los hospitales, llevándose consigo plafones, pisos y drenajes. Ahora hay que repararlos con, nuevamente, el dinero del pueblo bueno.
Hasta hoy no se sabe quién o quiénes tuvieron a su cargo la construcción, y estas anomalías deberían considerarse como un fraude, dadas las condiciones de abuso al colocar material de mala calidad en las obras.
Las licitaciones desaparecieron y hoy las obras se asignan directamente. Con mayor razón debería investigarse para dar con los responsables, ya que es muy lamentable lo que han tenido que vivir muchos pacientes encamados, ante la deficiente construcción de las instalaciones. Más terrible aún si la persona se encuentra en estado grave.
Esto debería tipificarse como negligencia médica, porque los constructores deberían ser acompañados en sus proyectos por médicos, quienes conocen las necesidades para que un hospital funcione y pueda dar la atención clínica adecuada a los pacientes.
La Fiscalía General de Justicia tiene entre sus encomiendas proteger los intereses de la población, por lo que debería enfocarse en la captura y el proceso legal contra estos malos constructores de hospitales fallidos, y no sólo estar al pendiente de políticos del pasado para alimentar el "amarillismo" de la sociedad.
quehaydenuevoviejo760@yahoo.com.mx
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