top of page

Liderazgo positivo: respuesta de LATAM a un mundo cambiante


ree

América Latina vive una de las etapas de transformación más profundas de las últimas décadas. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2025), enfrenta desafíos complejos como desigualdad persistente, entornos laborales inciertos, creciente polarización social, presiones económicas, aceleración tecnológica, migración y nuevos valores generacionales que exigen modelos de liderazgo más inclusivos, humanos y sostenibles.

Asimismo, el Informe Anual de la Fundación Carolina 2024-2025 advierte que América Latina está en una encrucijada: los riesgos son elevados (inseguridad, crisis democrática, debilidad institucional), pero existen oportunidades para reforzar las instituciones, fortalecer la participación política y avanzar a un desarrollo más justo y sostenible.

Ante estas condiciones, el liderazgo tradicional —enfocado en la productividad y la toma unilateral de decisiones— ha mostrado ser insuficiente. Basta observar que a nivel social la desigualdad histórica y la frustración ante la falta de oportunidades han erosionado la confianza pública.

En diversos países latinoamericanos, esta pérdida de confianza aumenta la polarización social y profundiza la fragmentación comunitaria, lo cual debilita el tejido social y repercute directamente en los entornos laborales: surgen tensiones, desgaste emocional y dificultades para construir cohesión.

Latinoamérica necesita líderes capaces de generar bienestar, confianza y sentido de propósito compartido.

Según un estudio de la Universidad de Zulia (2021), el liderazgo positivo es un enfoque de gestión centrado en desarrollar el bienestar, las fortalezas y el potencial de las personas para generar resultados sostenibles. Fundamentado en la psicología positiva y la ciencia del comportamiento, busca crear entornos laborales basados en confianza, resiliencia, propósito compartido y relaciones constructivas, por lo que es una herramienta estratégica frente al cambio, en el contexto de Latinoamérica.

A nivel organizacional, la ciencia del comportamiento, la psicología positiva y la gestión del talento han documentado, por más de dos décadas, que los entornos basados en bienestar, propósito y relaciones de confianza no son soft skills, sino indicadores directos de desempeño sostenible.

Autores como Kim Cameron (2008, 2011, 2013, 2021), Bárbara Fredrickson (2009, 2025) y el movimiento internacional de Organizational Positive Scholarship demuestran que los equipos que funcionan con modelos de liderazgo positivo manifiestan mayor resiliencia ante la incertidumbre, incrementos significativos en motivación y colaboración, reducción del desgaste emocional (burnout), más creatividad e innovación y culturas organizacionales más estables y comprometidas.

Este enfoque es pertinente y urgente en América Latina, una región con características que se pueden potenciar a través del liderazgo positivo, como su fuerte sentido comunitario, resiliencia, diversidad cultural y medioambiental, talento joven y una creciente valoración del bienestar integral entre las nuevas generaciones. Bien canalizadas, estas fortalezas pueden convertirse en ventajas competitivas para las empresas y en oportunidades de desarrollo para las comunidades.

De esta manera, el liderazgo positivo se convierte en una herramienta clave para fortalecer la cohesión en sociedades fragmentadas, impulsar culturas de alto desempeño en economías de bajo crecimiento; potenciar el talento en entornos con brechas educativas y digitales; fomentar innovación en contextos de baja productividad y generar resiliencia organizacional ante crisis sociales, económicas y ambientales.

En el contexto latinoamericano tan exigente, Tecmilenio impulsa una solución educativa alineada a las demandas actuales: la Maestría en Liderazgo Positivo (MLP), dirigida por Alejandra Preciado, que integra evidencia científica, herramientas prácticas y un enfoque centrado en el bienestar integral, con un programa que prepara líderes capaces de generar impacto real en sus equipos y comunidades, al formar profesionales que combinan estrategia, empatía y visión transformadora.

“El liderazgo positivo no es una moda; es la respuesta para construir organizaciones sanas en contextos complejos como América Latina”, afirma Preciado, quien agrega que “formar líderes conscientes, estratégicos y con propósito es nuestra apuesta para transformar empresas y comunidades”.

A través de la MLP, Tecmilenio contribuye a la formación de una nueva generación de líderes, preparados para enfrentar la complejidad presente, impulsar culturas organizacionales humanas y sostenibles, y aprovechar los talentos y fortalezas que hacen de América Latina una región con enorme potencial.

 

Acerca del Instituto del Propósito y Bienestar Integral

Tecmilenio creó el Instituto del Propósito y Bienestar Integral (IPBI) para promover el bienestar a través de la enseñanza de las bases para una vida plena, la investigación de los principios básicos del bienestar, la propuesta de prácticas positivas para la promoción de la felicidad de estudiantes y colaboradores y la difusión de los resultados derivados de su experiencia e investigación.

bottom of page