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Los mexicanos viven peor tras la pandemia: ONU



Por Omar Garfias

@Omargarfias


El gobierno mexicano fue de los menos capaces para enfrentar la crisis de la COVID-19. Está entre los que lo hicieron peor.

Los mexicanos morimos más pronto y nuestros ingresos son más escasos.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) registra cada año la situación de la salud, la educación y los ingresos de las personas de todo el mundo.

Usa los datos oficiales de cada nación y las clasifica de mejor a peor.

México ocupaba, en 2019, el lugar 74 y cayó, en 2021, al lugar 86.

Teníamos una calificación de 7.79 y bajamos a 7.58. Esto significa un retroceso de nueve años, porque esa era nuestra evaluación en 2012.

Todos los países latinoamericanos sufrieron la crisis de la COVID-19, pero no todos empeoraron tanto como México.

Un ejemplo es República Dominicana, que subió del lugar 88 al 80, rebasándonos, y elevó su calificación de 7.56 a 7.67. Algo hizo bien su gobierno.

En México, ahora tenemos una esperanza de vida más corta. En 2019 era de 75 años y, en 2021, es de 70. Perdimos cinco años de expectativa de vida y regresamos al nivel que teníamos en 1990.

Perdimos más años que otros países latinoamericanos que compartían nuestro nivel antes de la pandemia.

Belice perdió cuatro años; Brasil, tres, y Paraguay, cuatro. Fuimos los más atacados por la muerte.

La política del gobierno ante la enfermedad es, sin duda, un factor para haber llegado a más de 750 mil muertos.

El gobierno mexicano sustituyó el Seguro Popular con el INSABI, y con ello perdieron el derecho a la salud 15 millones de personas. Hace dos meses volvió a cambiar: ahora el INSABI por el IMSS Bienestar.

En el mismo sentido, eliminó el sistema de distribución de medicinas y provocó un marcado desabasto de medicamentos.

El 26 de abril de 2020, el presidente López Obrador proclamó haber domado la pandemia, cuando iban mil 436 muertes. Nunca hizo hincapié en el uso del cubrebocas y vacunó lentamente, por lo que ocupamos el lugar 14 de los 18 países latinoamericanos por porcentaje de personas vacunadas.

También tenemos menos dinero.

Nuestros ingresos disminuyeron de 19 mil 160 dólares en promedio por persona a 17 mil 896. Sufrimos una pérdida de 6.5 por ciento.

El presidente decidió no dar un apoyo a las personas que perdían su empleo.

Los gobiernos de México y Uganda fueron los que menos recursos dedicaron a estimular la economía.

Otros gobiernos latinoamericanos decidieron hacer una política diferente a la del presidente López Obrador.

Se le llama política contracíclica. Consiste en inyectar dinero a la economía cuando se advierte que habrá menos actividad, o sea, cuando viene un ciclo de contracción, de recesión.

Esos gobiernos tuvieron resultados diferentes a los de México: los habitantes de Costa Rica aumentaron sus ingresos en mil 500 dólares; los de Colombia, en 120; los de Brasil, en 120, y los de Chile, en mil 300.

En síntesis, los mexicanos fuimos de los más golpeados por la crisis de la pandemia.

No se debe juzgar a los gobiernos por las intenciones que dicen tener.

Los gobiernos deben dar cuentas de sus resultados.

La crisis de la pandemia puso a prueba las capacidades institucionales y la solidez de las decisiones del gobierno.

Las capacidades habían sido destruidas

Lo que funcionaba del sistema de salud fue sustituido por improvisaciones que fracasaron.

Los fondos de fomento económico habían sido vaciados antes y no hubo más.

No se añadieron programas sociales para los afectados por la crisis. No se innovó la política social.

El presupuesto no se reorientó ante la nueva circunstancia, que no era menor. Sufríamos una crisis, pero las prioridades siguieron siendo construir un aeropuerto, un tren y una refinería. Ahí se fue el dinero.

AMLO siempre menospreció el problema, por eso falló en resolverlo.

“Nos vino como anillo al dedo”, dijo el 2 de abril de 2020. “Es transitoria, esto no va tardar”.

“…he estado viendo el mensaje de una periodista pidiendo que digamos cuántos muertos va a haber; esto me hace pensar, y es posible decir que estamos también viviendo en temporada de zopilotes; ojalá que esa actitud cambie y que no nos importe lo que estén haciendo en otros países”, añadió.

No estábamos bien en 2019, faltaban muchas cosas.

Lo grave es que ahora estamos peor.

Hay más muerte y pobreza.

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