top of page

Recuerdos inolvidables


¡Qué hay de nuevo… viejo!


Por Araceli Mendoza

Últimamente escucho a personas que dicen estar mejor solas, que aprecian la soledad. Tienen proyectos de vida, siguen activas, productivas, porque estar en soledad no significa hundirse en el sentimiento de que “nadie me quiere”.

Victimizarse es terrible. Te lleva a desesperar a tus familiares y nadie quiere levantar a una persona con tanto drama, tango y todo lo demás, sólo porque carece de un proyecto de vida.

Para otras personas, un proyecto de vida significa retomar la música de cuando eras joven, la cual bailabas en las fiestas, buscabas en la radio y, con tus ahorros, comprabas el disco de vinilo. Era tu tesoro. Escribías la letra, buscabas el cancionero (¡Ah, qué recuerdos del Cancionero Picot!).

Cuando la música suena se despiertan muchos sentimientos y recuerdos. Siempre hay que recordar las cosas divertidas, las grandes vivencias. La verdad, es muy bueno que los autos tengan radio, porque es el medio de comunicación más vivo, que ha estado presente —te lo aseguro— en tu vida diaria. Sus programas son un parámetro para conocer la hora. Seguramente en la oficina no falta quien tenga un radio.

¿Quién no habló a su estación favorita para pedir la canción de su preferencia? Escuchar tu llamada era emocionante.

Hay que tener presente eso que te emocionaba cuando eras joven: las canciones de Raphael, Julio Iglesias, Angélica María, Cesar Costa… La música levanta muertos.

Hay que tener siempre  presente esa actividad que te apasionaba, que lo mismo era el deporte, la moda estilo bohemio y hippie; los colores psicodélicos; las películas como Love Story y Romeo y Julieta. Los hombres preferían el box y el futbol americano. En las calles del entonces Distrito Federal (hoy CDMX), era común ver a los de la cuadra jugar americano en su versión “tochito”, hockey o asistir a la pista de hielo de la Avenida Revolución.

Ya sé que hoy vivimos en otro momento, en otra época pero, querido lector, cuántas cosas hay que puedes recordar.

Hacer una remembranza de lo vivido te hace sentir mejor porque, por supuesto, lo recordado se vivió con intensidad y emoción.

También las motos Triumph y Harley-Davidson estaban de moda; la película “Nacidos para perder”, dirigida y protagonizada por Tom Laghlin, era prohibida; en ella destacaba el actor Jeff Cooper (Gangrene). La música de la película fue de Mike Curb. Aún pueden verla si la buscan en YouTube. Véanla, es una joya.

Cuando tu juventud transcurrió entre  los años 60 y 80, viviste una época para no olvidar.

Recuerda, vive, no te abandones a sentirte solo. Que te acompañen todas tus vivencias.

Hasta la próxima.

 

bottom of page