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Alerta la ONU por la guerra suicida y sin sentido contra la naturaleza


António Guterres, secretario general de la ONU; Inger Andersen, directora del Programa

de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), y el presidente de la

Asamblea General, Abdulla Shahid, en la cumbre Estocolmo+50, en Suecia. / PNUMA


El bienestar mundial está en peligro porque no hemos cumplido nuestras promesas sobre el medio ambiente, afirmó el secretario general de la ONU, António Guterres, en la reunión que bajo el lema "Estocolmo+50: un planeta sano para la prosperidad de todos, nuestra responsabilidad, nuestra oportunidad", inició la cumbre internacional que conmemora la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano de 1972 y celebra los 50 años de acción medioambiental mundial.

Al reconocer la importancia del multilateralismo para enfrentar la triple crisis planetaria de la Tierra —el clima, la naturaleza y la contaminación—, el evento pretende acelerar la aplicación del Década de Acción de las Naciones Unidas para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Aunque desde 1972 se han conseguido logros para proteger al planeta, como el rescate de la capa de ozono, Guterres advirtió que "los sistemas naturales de la Tierra no pueden seguir el ritmo de lo que le estamos pidiendo".


Las partículas de microplásticos que probablemente se confunden con el plancton

se pueden apreciar en el cuerpo de una gamba. / IAEA/Francois Oberhaensli/Hugo J

Triple crisis planetaria "Sáquennos de este lío", instó a los delegados, en un llamamiento a la acción contra la "triple crisis planetaria" provocada por la emergencia climática, "que está matando y desplazando a más personas cada año", la pérdida de biodiversidad, que amenaza a "más de tres mil millones de personas", y la contaminación y los residuos, "que cobran nueve millones de vidas al año". Todas las naciones deben hacer más para proteger el derecho humano básico a un medio ambiente limpio y saludable para todos, insistió Guterres, centrándose en particular en "las comunidades pobres, las mujeres y las niñas, los pueblos indígenas y las generaciones venideras". El PIB no es una forma de medir la riqueza Guterres consideró que parte de la solución pasa por prescindir del Producto Interior Bruto (PIB) como indicador del peso económico de los países, y lo describió como un sistema de contabilidad "que premia la contaminación y el despilfarro. Cuando destruimos un bosque, creamos PIB; cuando pescamos en exceso, creamos PIB... El PIB no es una forma de medir la riqueza en la situación actual del mundo". Tras pedir a todas las naciones comprometerse aún más en la aplicación de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y en el seguimiento del Acuerdo de París de 2015 para hacer frente a estas amenazas, Guterres insistió en la necesidad de redoblar los esfuerzos para reducir a cero las emisiones en 2050.


Una granja de paneles solares en Chaiyabhum (Tailandia). / ADB/Zen Nuntawinyu

Calentamiento atmosférico "El aire caliente nos está matando", por lo que reiteró su llamado a todos los países para abandonar las subvenciones a los combustibles fósiles e inviertan en energías renovables, mientras las naciones desarrolladas deberían "al menos duplicar" su apoyo a los países más pobres para que puedan adaptarse a un número creciente de efectos devastadores del clima. Destacó que las naciones ya han cooperado para proteger el planeta en muchos frentes, pero espera que se den los últimos toques a un nuevo marco global de biodiversidad para revertir la pérdida de naturaleza para 2030. Asimismo, se trabaja en el establecimiento de un tratado para hacer frente a la contaminación por plásticos, y se espera que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos de 2022, en Lisboa, impulse los esfuerzos para salvar los mares. "Si hacemos estas cosas podemos evitar la catástrofe climática, poner fin a una creciente crisis humanitaria y de desigualdad y promover un desarrollo inclusivo y sostenible, pero cada gobierno, empresa y persona tiene un papel que desempeñar".

La diversidad biológica mundial se ve amenazada por los efectos del cambio climático

y la falta de medidas para resolverlo. /© Unsplash/Zdeněk Macháček

El progreso es imposible si el planeta está "bajo un ataque implacable" El presidente de la Asamblea General, Abdulla Shahid, reclamó que "el progreso humano no puede darse en una tierra hambrienta de sus propios recursos, maltrecha por la contaminación y sometida a un asalto implacable por una crisis climática fruto de su propia cosecha". Las recientes iniciativas de medidas contra el cambio climático, como el impulso al tratado sobre la contaminación por plásticos, "me dan esperanza, pero deben ser parte de un esfuerzo mayor". "Necesitamos soluciones que aborden los cuellos de botella comunes que afectan a toda la agenda medioambiental, lo que acelerará la aplicación de la Agenda 2030 y promoverá una recuperación resiliente y sostenible de la pandemia".

Estudiantes de la Universidad Estatal de Zanzíbar, en Tanzania, recogen datos para ayudar a trazar nuevas ubicaciones de lugares de recogida de residuos sólidos. / PNUD Tanzania

Impulso tecnológico a la sostenibilidad Con el respaldo de la ONU, una nueva coalición formada por mil partes interesadas de más de 100 países lanzó hoy un Plan de Acción para dirigir la digitalización hacia la aceleración del desarrollo ambiental y socialmente sostenible. La Coalición para la Sostenibilidad Ambiental Digital pretende ayudar a reorientar y priorizar la aplicación de las nuevas tecnologías para cumplir con la Agenda 2030 y hacer frente a la triple crisis planetaria. Según el PNUMA, la nueva coalición propone formas de integrar la sostenibilidad en todos los aspectos de la digitalización; entre otros, la creación de procesos inclusivos a nivel mundial para definir normas y marcos de gobernanza para la sostenibilidad digital, la asignación de recursos e infraestructuras, y la identificación de oportunidades para reducir los posibles daños o riesgos de la digitalización.

Los manatíes, conocidos como vacas marinas, se extinguen por la pérdida de pasto marino. / Unsplash/Geoff Trodd

Una oportunidad para que el mundo se comprometa Inger Andersen, directora del PNUMA, afirmó que, 50 años después de la conferencia original en Estocolmo dedicada al medio ambiente, se ha establecido una plétora de acuerdos que "cubre todos los desafíos medioambientales", aunque los resultados han quedado muy cortos, como demuestran la desigualdad, la injusticia y las abundantes señales de auxilio derivadas de la triple crisis planetaria". "Si Indira Gandhi u Olof Palme estuvieran hoy aquí, ¿qué excusas ofreceríamos por nuestra inadecuada actuación? Ninguna que aceptaran. Nos dirían que no tomar medidas es inexcusable”, dijo. "Conocemos, más que nunca, las terribles consecuencias de seguir alegremente por la senda del desarrollo intensivo en carbono que hemos arrancado a la tierra, pero también sabemos lo que debemos hacer... Y sabemos cómo hacerlo". Las soluciones científicas son claras "para realizar cambios justos y transformadores en nuestra economía, nuestros sistemas financieros, nuestros estilos de vida y nuestra gobernanza. "Estocolmo+50 es una oportunidad para que el mundo se comprometa, de una vez por todas, a realizar estos cambios", dijo a los delegados.

Estocolmo+50 abre con llamados a acelerar la acción

Cincuenta años después de que Suecia fuera anfitriona de la primera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, y con el mundo enfrentando una triple crisis planetaria de cambio climático, pérdida de biodiversidad y contaminación, los gobiernos, la sociedad civil, los jóvenes y el El sector privado se reunieron para una reunión internacional, Estocolmo + 50, que impulse la acción urgente para un planeta saludable para la prosperidad de todos.

Miles de participantes asisten a la reunión de dos días, convocada por la ONU y copatrocinada por Suecia y Kenia, con oradores como el rey Carl XVI Gustaf, de Suecia; la primera ministra sueca, Magdalena Andersson; los presidentes de Kenia, Uhuru Kenyatta; de Comoras, Azali Assoumani; de Libia, Mohamed al-Menfi; el primer ministro Abubakar Tafawa Balewa, de Nigeria; el secretario general de la ONU, António Guterres, y John Kerry, enviado presidencial especial de los Estados Unidos para el clima.

“La crisis del medio ambiente y clima afecta a personas de todo el mundo. Los países desarrollados son los que más han contaminado, pero los más pobres son los más afectados”, señaló la primera ministra Andersson. “Debemos asegurarnos de que ningún país, ninguna persona, se quede atrás. La transición climática sólo se puede hacer si es de manera social e inclusiva. Esto no es una opción; es nuestra obligación moral”.

Los oradores destacaron la necesidad de una acción decisiva para transformar la economía global y la relación de la humanidad con la naturaleza para que las personas y el planeta prosperen.

“Tenemos una oportunidad excepcional de convertir los compromisos climáticos y ambientales en acciones, si trabajamos juntos como una comunidad de naciones. Una mayor ambición en el financiamiento y la implementación debe estar en el centro de estas acciones”, señaló el presidente Kenyatta, de Kenia, que acogió el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) desde que se estableció, después de la Conferencia de Estocolmo de 1972.

El secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió que “ el bienestar mundial está en peligro, en gran parte porque no hemos cumplido nuestras promesas sobre el medio ambiente”.

“Necesitamos cambiar de rumbo, ahora, y poner fin a nuestra guerra suicida y sin sentido contra la naturaleza”, sentenció.

Entre los representantes de la sociedad civil se encuentran las líderes juveniles de Uganda, Vanessa Nakate; la iraquí Reem Al-Saffar, y Christianne Zakour, de Trinidad y Tobago, así como Joan Carling, líder fundadora y codirectora de Indígenas Derechos de los Pueblos Internacionales. Representantes del sector privado, la academia y grupos religiosos también serán parte de las discusiones.

Inger Andersen, secretaria General de Estocolmo+50 y directora del PNUMA, estableció que es urgente crear “un mundo en el que las necesidades de los jóvenes, las comunidades vulnerables y los pueblos indígenas sean más importantes que las demandas de las élites por más riqueza y poder. Un mundo que cree relaciones de confianza y en el que las personas vivan en armonía con la naturaleza. Un mundo que convierte el compromiso en acción.”

Estocolmo+50 contará con cuatro sesiones plenarias en donde los líderes delinearán las acciones audaces y urgentes necesarias para salvaguardar la salud del planeta y acelerar la implementación de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Tres Diálogos de Liderazgo se centrarán en reflexionar sobre la necesidad urgente de acciones para lograr un planeta saludable y la prosperidad de todos, lograr una recuperación sostenible e inclusiva de la pandemia de COVID-19, y acelerar la implementación de las dimensiones ambientales del Desarrollo Sostenible, produciendo recomendaciones y mensajes claros y concretos para la acción a todos los niveles.

Cientos de eventos paralelos, eventos asociados y seminarios web, abordarán temas relevantes de Estocolmo+50 y ampliarán el alcance de la conversación.

En el período previo a Estocolmo+50, se organizaron consultas regionales de múltiples partes interesadas en África, Asia y el Pacífico, Europa, América Latina y el Caribe y Asia Occidental, para involucrar a tantas partes interesadas como sea posible.

Los procesos preparatorios para la conferencia ya han producido fuertes mensajes sobre la necesidad de transformaciones de sectores de alto impacto a través de transiciones justas y equitativas, alineación de flujos financieros con la Agenda 2030 y Acuerdos Ambientales Multilaterales, para señales en todo el sistema para corregir nuestros sistemas económicos actuales, y por la adopción del derecho humano a un ambiente sano.

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