Bajos del Norte: un arrecife lleno de vida

“En 20 años de buceo, nunca había visto tanta vida”, dijo el investigador Alfonso Medellín tras sus primeras inmersiones en los arrecifes de Bajos del Norte, en Yucatán, México. 

Este sitio, a 250 kilómetros (km) de la costa no suele ser visitado por turistas, como sucede en el Parque Nacional Arrecife Alacranes. Las investigaciones científicas han sido muy pocas, “quizá tres o cuatro”, en opinión de Deneb Ortigosa, doctora en Ciencias con más de cinco años de investigar las costas de Yucatán y su riqueza.

Nadie lo sabe con certeza, pero muchos sospechan que es verdad la frase de que la luna ha sido más explorada que esta zona. Y es cierto que sabemos más de Marte que de nuestros mares: sólo es conocido el 30 por ciento del océano, porque explorar las profundidades es más costoso y tiene menos reflectores que mandar a un grupo de multimillonarios al espacio. 

Durante los primeros días de buceo, los diez científicos que forman parte de la expedición han identificado peces cirujano, damiselas, nudibranquios, cangrejos, cabrillas, barracudas y otras especies conocidas, pero con particularidades.

A diferencia de las especies que habitan en la cercanía con las costas, estos peces han tenido poco o ningún contacto con los seres humanos. No saben qué somos ni cómo llegamos hasta su hábitat; no nos temen porque nadie de nuestra especie les ha hecho daño, así que se acercan curiosos, nos vigilan temerarios, nos rodean con su nado como una muchedumbre que se reúne para evaluar al forastero.

La mayoría son ejemplares pequeños, juveniles, lo que significa que el arrecife es una zona de crianza y reproducción importante que, a primera vista, se encuentra en buen estado.

Hay gran variedad de especies. Encontramos un tiburón puntas blancas. El ecosistema tiene todos los elementos para mantenerse en equilibrio, pero algo pasa con los corales cerebro que desconcierta, algo aquí no marcha bien.  

Esperamos que el trabajo científico que realizamos ayude a encontrar la respuesta o, al menos, una guía para mantener la vida que alberga Bajos del Norte.