Por Mayra Nuñez P.
Galería Mayra
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Durante y después de la Segunda Guerra Mundial surgió un gran tráfico de obras de arte relacionadas con el expolio nazi, esto es, el botín que dejó el saqueo.
Sabemos que durante la invasión, Adolf Hitler y sus aliados se dedicaron a robar y saquear obras de los judíos y de otras comunidades perseguidas.
Cuando empezaron a llegar los aliados (aunque casi siempre se habla de británicos y estadounidenses, fueron 14 naciones las que participaron en la operación de liberación de la dictadura nazi), a medida que avanzaban y liberaban territorios ocupados por los alemanes empezaron a darse cuenta de la gran cantidad de obras de arte escondidas en diferentes lugares.
Ya con de la derrota de Hitler y el colapso del Tercer Reich, se produjo un gran interés por obtener pertenencias y objetos relacionados con Hitler.
El reloj de Hitler se vendió en una subasta, en los Estados Unidos, por un millón de dólares.
Varios vestidos de Eva Braun (esposa de Hitler), que fueron hallado por el ejército estadunidense dentro de 40 arcones en Salzburgo, Austria, tuvieron precios de salida en subasta que fueron de los 1,200 a los 3,500 euros.
Así comenzó a activarse fuertemente el mercado del arte, y tanto soviéticos como exnazis empiezan a vender obras y objetos en Europa y otras partes del mundo.
Las obras de arte robadas se intercambiaban y se vendían. Por eso mucha obra valiosa llegó a museos europeos y a colecciones de particulares, además de la enorme cantidad de obras que ellos se adjudicaron y ocultaron.
Donde surgieron grandes testimonios fue en los juicios de Nuremberg, que empezaron en 1945, a donde se llevó a algunos líderes nazis ante la justicia, por lo que quedaron aún más expuestos los brutales crímenes cometidos por figuras claves como Hermann Gôering, Rudolf Hess, Adolf Eichman, entre muchos otros
Hasta la fecha, gracias a que los alemanes tenían todos los archivos y documentos muy bien organizados, quienes se dedican a investigar el origen de sus dueños o países de procedencia han podido regresar obras y muchos objetos valiosos a quienes realmente les pertenecieron.
Entre las obras recuperadas destacan “La dama del armiño”, de Leonardo Da Vinci; “La ronda nocturna”, de Rembrandt; “El astrónomo”, de Joannes Vermeer, y la “Maddonna de Brujas”, escultura de Miguel Ángel.
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