top of page

El futuro depende de las microempresas


Mypimes. / Cuartoscuro
Mypimes. / Cuartoscuro

Por Omar Garfias

@Omargarfias


Tienen la productividad más baja, pero ahí es donde laboran más trabajadores; son las más vulnerables a la crisis de inseguridad, pero son la única alternativa de empleo para miles de sinaloenses; son las más sustentadas en ideas empresariales del pasado, pero las que mayor oportunidad tienen de mejorar el futuro, si acortan la brecha que las separa de las empresas eficientes y productivas.

Los salarios, prestaciones laborales y la producción en Sinaloa se relanzarían si la productividad de las microempresas recorriera el camino hacia las prácticas y tecnologías que son eficaces en las empresas más exitosas. Es la ventana de oportunidad más amplia y clara para un mejor futuro y para la reconstrucción económica del estado.

Son el camino hacia un desarrollo compartido; un impulso hacia una sociedad más equitativa, porque los patrones y empleados de estas empresas son la base de la pirámide, la mayoría que no tiene acceso a los mejores ingresos.

En el sector privado y en empresas paraestatales operaban 122 mil 255 unidades económicas en 2023, en las que laboraban 632 mil 655 personas, según reporte del Censo Económico del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI).

Predominaban las micros —emplean a 10 personas o menos—, con 93.5 por ciento del total de empresas, que emplearon 43.8 por ciento del personal ocupado. Su contribución fue del 25 por ciento de los ingresos de la entidad.

Es el sector donde trabaja más gente, pero no el que produce más. Aquí está la brecha y una gran oportunidad para incrementar la productividad sinaloense.

Si las microempresas sinaloenses alcanzaran el promedio de productividad de las otras empresas, la producción total de la iniciativa privada y paraestatal, medida por ingresos, aumentaría en 22 puntos porcentuales.

El censo del INEGI no abarca a los trabajadores informales que trabajan por su cuenta, sin un establecimiento: pintores, albañiles, vendedores ambulantes, servicio doméstico, etcétera.

En las economías prósperas, estos servicios son tecnificados y están organizados de modo que los tiempos y procedimientos se usan de una manera más eficiente y productiva. En esta parte de las microempresas, no medido por el INEGI, también hay una oportunidad para generar más y mejores servicios, mayores ingresos y equidad.

La economía europea tiene un pilar productivo en el sistema de micro, pequeñas y medianas empresas que conformó.

El total de trabajadores sinaloenses por cuenta propia es de 262 mil. No todos son informales ni están en el perfil antes descrito pero, sin duda, son parte de la oportunidad de mejorar la productividad.

El principio no es bajar a los de arriba, sino subir a los de abajo.

El sector de los micronegocios ha sido el más afectado por la actual narco pandemia. De marzo de 2024 a marzo de 2025 ha perdido 24 mil 429 empleos, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del INEGI.

La respuesta del gobierno del estado ante los daños de nueve meses de crisis de inseguridad ha sido entregar cheques de 2 mil 500 ó 5 mil pesos a algunas personas, muchos identificados con Morena o funcionarios municipales, y ningún apoyo a los desempleados.

La política en tres años de gobierno estatal ante la microempresa (114 mil con establecimiento y, presumiblemente, alrededor de 200 mil sin él) ha sido: un programa de apoyo a la contabilidad para 400 personas, que festeja que logró formalizar a 104; otro, de asesoría a 5 mil abarrotes sin reporte de resultados y no saben qué sucedió con quienes lo recibieron, y uno de capacitación para 589 artesanos.

Las micros podrían formarse en programas abiertos a todos, como el de 4 mil 245 créditos, pero en el gobierno no saben cuántas micros recibieron el recurso y no hay reporte de resultados ni seguimiento; otro es el de incubación, con 9 mil asistentes, que tampoco reporta resultados ni saben que sucedió con quienes lo recibieron; otro, de digitalización para 768 personas y la asistencia a las ventanillas, donde tampoco se distingue el tamaño de los solicitantes ni tiene una estrategia diferenciada.

La política estatal es de acciones chiquitas, aisladas, sin coordinación, sin seguimiento, sin evaluación y para muy poquitos. Mucha foto y confeti.

La economía necesita un ambicioso y fundamentado plan estatal para la microempresa.

Las micros deben mejorar lo que hacen o dedicarse a alguna actividad más o, si lo que hacen no es viable, dejar de hacer eso y cambiar de giro.

Las tecnologías, la organización empresarial, el ecosistema de negocios y las fuentes de financiamiento existen, sólo es necesario un proceso de acompañamiento que acorte las distancias con las empresas más avanzadas.

Asimismo, difícilmente lo podrá hacer cada una por su lado. Es necesario formar clústeres, redes y asociaciones entre ellas y de ellas con las mediana y grandes empresas.

Se requiere un diagnóstico preciso por rubros y territorios específicos, no diseñar programas basados en corazonadas.

No apoyar planificadamente a los micronegocios no sólo es desperdiciar una gran oportunidad, sino también entregar, está comprobado, un elemento importante de control territorial al crimen organizado.

La narco pandemia está demoliendo una economía con promedios anegados en la mediocridad. Sólo se salvaban algunos sectores, a los que ahora alcanza el declive.

Es tiempo de grandes misiones, no de diminutos parches.

ความคิดเห็น


bottom of page