En Belém recomienza la humanidad con la COP de la verdad: Corrêa
- migueldealba5
- hace 2 días
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Por Redacción
El presidente de la COP30, André Aranha Corrêa do Lago, publicó su décima y última carta a la comunidad internacional, con un llamado urgente a la acción.
La cumbre se celebra desde el 10 de noviembre en Belém do Pará, a la entrada de la Amazonia, donde Brasil trasladó su capital, Brasilia, temporalmente, para resaltar que las decisiones globales deben “brotar de las raíces del planeta” y no sólo de los centros de poder político y económico.
“Brasil invita a las naciones a trasladar no sólo el lugar de las negociaciones, sino el propio locus de la esperanza: del vértice del poder a la fuente de la vida”, escribió Corrêa do Lago.
De Río 92 a Belém
El diplomático recordó que fue en Brasil, en 1992, donde se firmó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y, 33 años después, el país vuelve a recibir a los Estados miembros para evaluar el progreso del Acuerdo de París y acelerar su implementación.
“Belém es un puente entre pasado y futuro, un espacio donde el mundo puede honrar la capacidad de nuestra especie de cooperar, renovarse y actuar conjuntamente frente a la incertidumbre”, escribió Corrêa de Lago en su última carta.
El “Mutirão Global”: del debate a la cooperación
En sus diez cartas, Corrêa do Lago desarrolló la idea del Mutirão Global, un concepto profundamente brasileño que alude al trabajo comunitario y solidario, el cual propuso como una nueva forma de entender la acción climática:
“Nuestro proceso evoluciona: de una máquina a un ecosistema, de una burocracia a una transformación, del debate a la movilización”.
El presidente de la COP30 invitó a las delegaciones a convertir las negociaciones en un laboratorio de soluciones, más allá de las posturas tradicionales de los bloques y las llamó a “llegar a Belém con curiosidad, conscientes del privilegio y de la oportunidad de actuar como un solo equipo humano”.
En sus nueve cartas anteriores, delineó la Agenda de Acción de la COP30, compuesta por seis ejes y treinta objetivos estratégicos para acelerar la implementación del Acuerdo de París.
El diplomático también convocó a líderes empresariales, científicos, pueblos indígenas y comunidades locales a participar activamente en la transición ecológica. “Durante más de treinta años hemos dependido del consenso para actuar; es hora de cooperar, construir confianza y crear espacios de consenso desde la acción”.
La COP de la Verdad
En su mensaje final, Corrêa do Lago define a la COP30 como “la COP de la Verdad”, un punto de inflexión para la humanidad: “O decidimos cambiar por elección, juntos, o seremos forzados a cambiar por la tragedia”.
El brasileño subrayó que la cumbre no sólo busca acuerdos técnicos, sino restaurar la alianza entre la humanidad y el planeta. “Somos privilegiados por haber recibido el deber de hacer historia como quienes eligieron el coraje en lugar de la omisión”, escribió.
Donde el río encuentra el océano
El presidente de la COP30 cierra su carta con una metáfora poderosa: Belém como el lugar donde el río encuentra el océano, donde la humanidad recomienza. Su llamado final sintetiza el espíritu del proceso que lideró durante un año: “La COP30 puede marcar el momento en que la humanidad recomienza, al restaurar nuestra alianza con el planeta y entre generaciones. Debemos abrazar ese privilegio como responsabilidad, por las personas que amamos y por las generaciones que vendrán”.

Belém, capital del estado de Pará, en el norte de Brasil, está cerca de la desembocadura del río Amazonas y se ha convertido en un centro económico y logístico clave para la región amazónica. Ubicada en la zona de selva tropical, la ciudad alberga tanto expansión urbana como importantes ecosistemas.
Esta imagen en falso color, captada por uno de los satélites Copernicus Sentinel-2 el 12 de agosto de 2025, resalta el marcado contraste entre la vegetación natural, que se muestra en verde, y las zonas urbanas, visibles en rosa.
Belém acoge la 30 Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) y es la primera vez que la cumbre se celebra en la región amazónica.
La elección de la sede es simbólica y estratégica, al subrayar el papel crucial de la selva amazónica en la regulación del clima global y la preservación de la biodiversidad.
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