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¡Qué hay de nuevo… Viejo!
Por Araceli Mendoza
@Arinmaldoza
La celebración de la Virgen de Guadalupe es todo un acontecimiento cada año, que se manifiesta con peregrinaciones, música y cohetones. Después de dos años de haber estado cerrada la Basílica de Guadalupe, este año fue impresionante cómo se desbordaron los fieles.
La fe, el respeto hacia la Madre Santísima de Guadalupe es muy grande; hay personas que dicen "soy guadalupano, más que católico". Personas que pagan el milagro y cumplen con lo prometido, ya sea al ir de rodillas o hacerlo de alguna otra forma.
Casi en todas las casas se encuentra un cuadro de la Virgen de Guadalupe, y los transportes tienen su altar dedicado a la Virgen Morena del Tepeyac.
Series de televisión como la Rosa de Guadalupe cuentan historias muy tristes y reales.
Es una emoción pasar por la banda eléctrica en la Basílica y verla desde ahí; se ve tan cerca, pero al mismo tiempo es tal la emoción que, seguro, cada persona experimenta una sensación muy especial.
Jill Biden, la primera dama de los Estados Unidos, quien acompañó a su esposo, Joe Biden, lo primero que hizo durante su visita a la Ciudad de México fue ir a la Basílica a saludar a la Santísima Virgen.
Está visita de Jill Biden la hace tan especial, al ser esposa del presidente de un país tan poderoso, a donde miles de migrantes quieren estar para mejorar su vida y la de sus hijos.
Jill ofreció a la Virgen una veladora y un ramo de flores, en recuerdo del Beau Biden, hijo fallecido del presidente.
En 2012, Joe Biden visitó la Basílica de Guadalupe cuando aún era vicepresidente en la administración de Barack Obama. En 2021 recordó esta visita en una reunión virtual con el presidente López Obrador y le dijo que su hijo Beau Biden, quien falleció a los 46 años en 2015 por un tumor cerebral, tenía un rosario de la Virgen de Guadalupe.
El presidente de los Estados Unidos añadió entonces que la Virgen es considerada como una "madre" para millones de mexicanos y que desde la muerte de su hijo conserva y valora este objeto.
Pero, además, ¿qué le habrá pedido Jill a la Virgen de Guadalupe? ¿Luz para el camino de la reelección? ¿Tal vez pidió por su familia? ¿O por algún tema de salud?
Ver a esta mujer entrar a la Basílica de Guadalupe, con el rostro pleno de emoción y de respeto, es una muestra de fe.
Espero que el rector del recinto, Monseñor Salvador Martínez Ávila, le haya dado la información necesaria sobre el manto de la Virgen, información que todos deberíamos conocer.
Sí, Jill estuvo ahí, tan cerca de la virgen, deseo que en sus peticiones también esté México, país azotado por la terrible violencia, como la ocurrida durante la recaptura de Ovidio Guzmán, en que el pueblo quedo horrorizado por ver a tantas personas sin vida, en una situación nunca antes vista o vivida.
Para tener un México sin violencia necesitaríamos de la DEA o del Servicio Secreto; para vivir en un país tan bello como México; para circular sin temor por las carreteras; para que la extorsión se vaya y dejen trabajar a los comerciantes sin amenazas o asesinatos...
¡Ay, Jill, si supieras todo lo que queremos que la Virgen nos conceda, te sorprenderías!
quehaydenuevoviejo760@yahoo.com.mx