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Fracasaron las negociaciones sobre la contaminación por plásticos


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Las negociaciones en Ginebra sobre un tratado global contra la contaminación plástica colapsaron porque los países no se pusieron de acuerdo en si el mundo debe limitar la fabricación de plástico y, además, restringir el uso de productos químicos dañinos.

Después de diez días de negociaciones, las conversaciones del Comité Intergubernamental de Negociación (INC, por sus siglas en inglés) para elaborar un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos, incluida la del medio marino, se suspendieron el 15 de agosto sin consenso sobre un texto. El Comité acordó reanudar las negociaciones en una fecha futura.

En la reanudación de la quinta sesión (INC-5.2) se reunieron más de 2.600 participantes en el Palais des Nations en Ginebra, incluidos más de 1.400 delegados miembros de 183 países y cerca de mil observadores de 400 organizaciones; 70 ministros y viceministros y 30 representantes de alto nivel.

“Fueron 10 días muy reñidos en el contexto de complejidades geopolíticas, desafíos económicos y tensiones multilaterales. Sin embargo, queda claro que todos los países quieren permanecer en la mesa de negociaciones”, declaró Inger Andersen, directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

"Si bien no obtuvimos el texto del tratado, continuaremos el trabajo contra la contaminación por plásticos; contaminación que se encuentra en nuestras aguas subterráneas, en nuestro suelo, en nuestros ríos, en nuestros océanos y en nuestros cuerpos”, concluyó Andersen.   

Luis Vayas Valdivieso, presidente del INC. / © PNUMA
Luis Vayas Valdivieso, presidente del INC. / © PNUMA

“No alcanzar la meta propuesta causa tristeza, frustración. Sin embargo, no debe conducir al desaliento. Por el contrario, debe estimularnos a recuperar la energía, renovar los compromisos y unir las aspiraciones”, dijo Luis Vayas Valdivieso, el presidente del INC.

“No tengo dudas de que llegará el día en que la comunidad internacional unirá su voluntad para proteger el medio ambiente y salvaguardar la salud de nuestra gente", agregó.

El proceso del INC comenzó en 2022, en la reanudación del quinto período de sesiones de la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente (UNEA-5.2), que adoptó una resolución histórica para desarrollar un instrumento internacional jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos, incluida la del medio marino.


Vinieron a descarrilar la reunión


© Tatiana Cheremukhina / Getty
© Tatiana Cheremukhina / Getty

Algunos grupos ambientalistas acusaron a algunos países productores de petróleo que fabrican los componentes básicos del plástico, de descarrilar un ambicioso esfuerzo para combatir los residuos plásticos.

"Nos vamos frustrados", dijo Edwin Josué Castellanos López, negociador de Guatemala. "No logramos el tratado que el planeta necesita con tanta urgencia".

Sin embargo, las negociaciones no tenían claros los pasos a seguir tras la última ronda de negociaciones en Ginebra, la cual se suponía sería la última.

Inger Andersen, directora del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), afirmó que los países necesitan tiempo para reorganizarse y advirtió que “el trabajo no se detendrá, porque la contaminación por plásticos no se detendrá. La gente quiere un acuerdo”.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estimó que sin medidas globales para frenar la contaminación, la producción de plástico crecerá 70 por ciento hasta 2040, cuando alcanzaría 736 millones de toneladas anuales.

En 2020 se estimaba que menos del 10 por ciento de los residuos plásticos mundiales se reciclaban y el resto se eliminaba en vertederos, se incineraba o se liberaba al medio ambiente.

Una coalición de naciones había propuesto mejorar el reciclaje y limpiar los residuos plásticos del mundo, al tiempo de reducir su producción, lo que priorizaría medidas como la prohibición de los plásticos de un solo uso.

Otro grupo de naciones presionó para que el tratado incluyera controles sobre sustancias químicas tóxicas en los productos plásticos.

Ambos esfuerzos encontraron la oposición de los países productores de petróleo y gas que fabrican los componentes químicos del plástico, quienes abogaron por un tratado que abordara más específicamente la gestión de los residuos. Asimismo, argumentaron que las medidas perjudicarían injustamente a industrias cruciales.

“Los Emiratos Árabes Unidos desean un tratado global, integral y holístico que una, en lugar de dividir; que apoye a los países y no les ate de manos ni limite sus capacidades”, afirmó Sulaiman Shaheen Mohamed Abdalla, delegado de los Emiratos Árabes Unidos.

Estados Unidos, que había apoyado la idea de un tratado amplio durante la administración de Joe Biden, se opuso a los límites a la producción y propuso eliminar una mención sobre “el ciclo de vida completo de los plásticos”.

Algunos grupos ambientalistas acusaron a los países productores de petróleo de obstaculizar las negociaciones. "…no vinieron a finalizar un texto; vinieron para bloquear cualquier intento de avanzar en un tratado viable", declaró David Azoulay, del Centro para el Derecho Ambiental Internacional.

Desde un principio se cuestionó que hubiera un enfoque basado en el consenso y no en la votación, ya que eso impediría superar el estancamiento. En las negociaciones, los delegados marcaron el borrador del tratado con casi 1,500 observaciones al texto aún sin acordar.

El fracaso de las conversaciones "demostró que no se puede avanzar con consenso", dijo Bjorn Beeler, director ejecutivo de IPEN, una red internacional de organizaciones sin fines de lucro dedicada a abordar la contaminación. "El resultado fue el caos".

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