¡Qué hay de nuevo… Viejo!
Por Araceli Mendoza
@arinmaldoza
Cada día se siente un clima político con gran efervescencia, con empujones, aventones y distractores para el pueblo bueno: la casa gris de Houston, la reforma eléctrica, las visitas de John Kerry, de Kamala Harris, del embajador de EUA con su sombrero, en todo lo relacionado al cambio climático...
Todo muy interesante y relevante, incluido el voto para la revocación de mandato.
Sin embargo, me siento como en la época de Luis Echeverría, siempre atacando a los medios, a los periodistas... O en la de José López Portillo, con su frase de "no pago para que me peguen”. El que paga manda, y en esa línea tan delgada entre lo comercial y la vocación del periodismo, se ha perdido el respeto.
Retomamos hechos de la historia de México y recordamos: en 1970, Carlos Loret de Mola Mediz es elegido gobernador en Yucatán. Esto es durante el gobierno de Luis Echeverría Álvarez, con quien tuvo enfrentamientos en varias ocasiones, y tiempo en el cual también se dieron hechos muy lamentables con los periodistas.
Habría que mencionar a Carlos Sansores Pérez, quien fue gobernador de Campeche y a cuyo gobierno se atribuyó la autoría intelectual del asesinato de Loret de Mola Mediz.
Sansores Pérez, por cierto, era amigo muy cercano de la recién casada y líder sindical Elba Esther Gordillo.
Carlos Loret de Mola perdió la vida en un aparente accidente automovilístico en una autovía del estado de Guerrero, cuando su automóvil, un Mercedes Benz blindado, terminó en el fondo de una barranca. Su hijo, el escritor y periodista Rafael Loret de Mola, ha sostenido que se trató de un asesinato de estado, en su obra "Denuncia", editada por Grijalbo en 1987 y reeditada en 2006.
Entre 1914 y 1916, Félix F. Palavicini se desempeñó como titular de la Secretaría de Instrucción Pública y Bellas Artes, labor que dejó cuando Venustiano Carranza le pidió hacerse cargo de los periódicos de la revolución, como refirió el tabasqueño en sus memorias.
Palavicini asumió un doble rol en sus funciones como director de El Universal y como diputado representante del Distrito Federal. Por ello no es extraño que el nuevo periódico gozara de las notas más pormenorizadas de lo que sucedía en el Teatro de la República. Apenas tenía un par de meses de vida y ya se permitía algunas prácticas de los periódicos consolidados, como enviar corresponsales a cubrir acontecimientos específicos.
Las primicias eran, desde luego tener, a cinco columnas, todo el acontecer del México Constitucionalista.
Bueno, desde hace años el gobierno ha querido manipular la información y distorsionar a su conveniencia lo que la sociedad debe saber para estar informada, como ahora lo hace Jesús Ramírez Cuevas.
El Universal y el grupo en el poder durante el cuatrienio del famoso Manco de Celaya, Álvaro Obregón, manejó un discurso de apertura en materia de libertad de prensa que le resultó bastante útil: la mayoría de los diarios utilizó las licencias recibidas para lisonjear al presidente por abstenerse de ejercer control sobre lo que se publicaba.
Pero en el caso del diario que dirigía Palavicini, fue claro que su fidelidad era más bien para con el grupo carrancista, venido a menos a partir del triunfo del Plan de Agua Prieta que, entre otras cosas, le costó la vida al propio Carranza en Tlaxcalantongo, el 21 de mayo de 1920.
¿Cómo es posible? El constituyente estorbó y lo quitaron. ¿Acaso así de cabrona es la cosa? Me estorbas, te quito del camino. El que se muere, se olvida.
Los talentos administrativos de Félix F. Palavicini no necesariamente fueron iguales a sus talentos políticos y periodísticos; con una nómina que había crecido al punto de volverse incosteable, el tabasqueño debió abandonar la dirección del periódico en marzo de 1923.
Fue relevado por Miguel Lanz Duret, quien ocupó el cargo hasta 1940, y cuya familia poseyó el diario entre 1923 y 1968, hasta que Echeverría le fabricó un delito no comprobado a Miguel Lanz Duret Valdez, quien estuvo en Lecumberri y le pidieron disculpas después de tres años. Pasó El Universal a Juan Francisco Ealy Ortiz, ex cuñado de Lanz Duret Valdez.
Algo similar pasó con Excélsior. Echeverría metió su poder con Julio Scherer García.
Todo esto a usted, a mí, ¿en que nos ha beneficiado? Si hay un pleito de intereses políticos, económicos, no hay que perder de vista nuestros propios intereses y no dejarnos dormir por todas estas situaciones creadas para distraer la atención que nos ocupa en asuntos de Salud, Educación y Trabajo.
quehaydenuevoviejo760@yahoo.com.mx
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