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Negar los problemas nunca los resolverá
- migueldealba5
- 22 jul
- 4 Min. de lectura
Por Omar Garfias
@Omargarfias
Hecho: Asesinan a 20 personas y dejan los cadáveres en la calle, cinco sin cabeza y cuatro colgados del puente.
Reacción gubernamental:
“En Sinaloa hay condiciones de seguridad”, afirmó el secretario de Gobierno.
En los quince días posteriores a la respuesta gubernamental robaron 330 vehículos y asesinaron cien personas, una de ellas un alto comandante de la policía estatal, ejecutado a las 13:30 horas en una de las avenidas principales, frente a la Secretaría de Educación y al Congreso del Estado.
Hecho: El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) informó que, comparando junio de 2024 con junio de 2025, se perdieron 15 mil 700 empleos formales en Sinaloa.
Reacción gubernamental: El gobernador Rubén Rocha dice que no, que los trabajadores están ahí, que las empresas funcionan, que no se han perdido empleos formales.
La información del IMSS tiene como base las cuotas que se le pagan y las identificaciones oficiales de las personas y de las empresas.
Los dichos del Gobierno del estado son sólo suposiciones.
Los dichos del Gobierno del estado quieren esconder la pérdida de empleos formales con base en que los empresarios sinaloenses pagaron más cantidad de impuestos sobre nómina (ISN) que el año pasado.
El aumento en la recaudación del impuesto estatal sobre nómina (ISN) no es indicador del aumento del empleo formal.
Se incrementó el monto recaudado porque, principalmente, aumentó el salario mínimo y el impuesto se calcula como porcentaje del ingreso laboral, de modo que, como sucedió, sube el salario, sube el pago del ISN.
También hay más recaudación porque las empresas pagaron lo que debían de anteriores ejercicios; porque mejoró la inspección y dan con empresas que no pagaban, con deducciones mal aplicadas o por muchas otras razones desvinculadas del número de trabajadores que laboran en un negocio.
El dato incontrovertible sobre el empleo formal lo dan el IMSS y las instituciones de seguridad social, porque se basan en la identificación de los trabajadores, de las empresas y el pago de las cuotas.
Además, el registro ante el IMSS o ante las instituciones de seguridad social da acceso a prestaciones como servicios de salud, guardería y pensión por cesantía o enfermedad, que es, precisamente, lo que da el carácter de formal a un empleo.
Empleos formales son los que están registrados ante el IMSS y en las instituciones de seguridad social. El IMSS da cuenta que, entre junio de 2024 y junio de 2025, registró 15 mil 700 trabajadores menos en Sinaloa.
El Consejo de Desarrollo Económico de Sinaloa (Codesin) también señala que existe un problema de pérdida de empleo formal, lo que contradice lo dicho por el gobernador.
El Codesin detecta, en su análisis de datos oficiales, una disminución de 10 mil 376 empleos formales en el promedio del primer semestre de 2025, comparado con el promedio del primer semestre de 2024.
El IMSS compara el promedio de junio de 2025 con el de 2024 y el Codesin compara el promedio del primer semestre de ambos años. Las dos instituciones reportan pérdida de empleos formales en cualquiera de las comparaciones.
La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) también coincide en que hay un problema de reducción de empleos formales.
El INEGI da cuenta de 48 mil empleos formales perdidos al comparar el primer trimestre del 2025 con el primer trimestre de 2024.
Todas las instituciones y todas las comparaciones arrojan una pérdida de empleos formales; sólo el gobernador cuenta un cuento donde el pueblo de Sinaloa no tiene problemas.
El gobernador sostiene que en Sinaloa la economía está perfectamente bien. Por eso no ve necesidad de trabajar para recuperar los empleos perdidos, para crear una política pública.
El Gobierno estatal no ha hecho un programa especial para atender los efectos de la pérdida de ingresos en las familias; prefiere negar el problema.
El Gobierno del estado tiene un nivel de eficiencia muy bajo. Ha fracasado en temas fundamentales como evitar la muerte de bebés hijos de jornaleros agrícolas; aumentar la cobertura de atención de educación preescolar; solicitar recursos federales para la sequía; construir pisos firmes para viviendas pobres o cumplir lo que prometió a pescadores, acuicultores y agricultores.
El Gobierno del estado es muy hosco y reacio a escuchar opiniones y propuestas que no sean de sus incondicionales. Son recurrentes las escenas públicas de ira del gobernador.
La dinámica de dividir a la sociedad entre pueblo bueno (leales incondicionales) y enemigos (que opinan diferente a Morena) le impide aprovechar las ideas, diagnósticos y soluciones que surgen de la pluralidad de la sociedad sinaloense.
El Gobierno del estado ha decidido no mejorar su funcionamiento, sino negar los problemas; no escuchar propuestas de solución, sino desarrollar campañas de difusión y de propaganda.
Del cuento de que ya estamos en el paraíso que prometió Andrés Manuel López Obrador (AMLO), no se quieren mover. Pase lo que pase: muertes, robos o desempleo.
Hecho: la imposición de aranceles al tomate ocasionará miles de empleos perdidos y más cierres de empresas. Especialmente en Villa Juárez, Navolato, que tiene los niveles más altos de pobreza e inseguridad, la pérdida de ingresos puede detonar un fenómeno mayor de miseria y anarquía, una tragedia social.
Reacción gubernamental: Ninguna. Silencio y pasividad. No hay planes ni programas específicos. Su política es no mencionar el tema, a ver si no se dan cuenta los sinaloenses.
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