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Cultura Impar
Por José Manuel Rueda Smithers
La pasión ha hecho fundirse
a los siervos de Allah;
han bebido y beben aún su brebaje
en la Eternidad conservada
Brebaje que les ha hecho
ausentarse de ellos mismos
La aproximación del afligido /
Chayj al Alawi (hace unos 150 años)
No es un tema sencillo de responder, menos aún cuando en los actos masivos donde aparecen han logrado sus dos cometidos: asesinar a inocentes y ocupar las primeras planas informativas en todo el mundo.
Miles de millones de personas se enteran de sus actos, por reprobables que sean.
Hay mucho qué explicar –e intentar entender-, se esté o no de acuerdo con las supuestas demandas que argumentan después de sus actos terroristas.
Aunque el gobierno ruso señala que no puede acusar formalmente a un grupo determinado, lo cierto es que el Estado Islámico (ISIS) difundió un mensaje en el que calificó como un éxito su nueva incursión contra los pecadores del mundo.
Por un lado, Vladimir Putin clama venganza y apunta a Ucrania (lógico, su enemigo actual), mientras Estados Unidos califica como un enemigo terrorista común al condenar el ataque en la capital rusa.
Los reportes de prensa son impresionantes. Al momento de escribir estas líneas se informó de 182 muertos en la sala de conciertos Crocus City Hall, en Moscú. El recinto fue incendiado por los mismos terroristas antes de intentar huir.
Uno de los autores del ataque ha sido identificado como receptor de un pago de 5 mil 400 dólares por su participación en el tiroteo. Entonces ¿son fanáticos y lo hacen por creencia o en realidad son sicarios comunes?
¿Qué se supone hay detrás de todo esto? ¿Mero fanatismo?
El fanatismo islámico, al igual que cualquier forma de fanatismo extremista, puede llevar a actos de violencia y terrorismo dirigidos contra personas inocentes.
Es importante tener en cuenta que el extremista no representa las creencias o prácticas de la mayoría de los musulmanes, quienes viven sus vidas pacíficamente y en conformidad con los principios del Islam, que promueve la paz, la justicia y la compasión.
Hay varias razones por las cuales el fanatismo islámico puede conducir a ataques contra inocentes:
Interpretación extremista: Algunos individuos o grupos adoptan interpretaciones extremistas del Islam que justifican la violencia en nombre de la religión. Estas distorsiones pueden ser utilizadas para reclutar seguidores y justificar acciones violentas.
Radicalización: es un proceso mediante el cual individuos adoptan puntos de vista extremistas y violentos. Factores como el sentimiento de alienación, la búsqueda de identidad, la marginalización social, la exposición a propaganda radical y la influencia de líderes extremistas pueden contribuir a la radicalización de individuos vulnerables.
Política y conflicto: En algunos casos, los ataques perpetrados en nombre del fanatismo islámico pueden estar motivados por conflictos políticos, sociales o económicos, así como por la percepción de injusticias reales o percibidas en el mundo musulmán.
Manipulación ideológica: Los líderes extremistas pueden manipular y explotar la religión con fines políticos o personales, incitando a la violencia en nombre de supuestas causas sagradas. Esto puede ocurrir tanto a nivel local como internacional.
Ideología terrorista: Grupos terroristas como Al-Qaeda, ISIS (Estado Islámico) u otros afiliados, promueven una ideología extremista que justifica y glorifica la violencia contra civiles en nombre del Islam. Estos grupos reclutan seguidores y llevan a cabo ataques terroristas con el objetivo de sembrar el miedo y la división.
Es fundamental distinguir entre el Islam como religión y la ideología extremista que se aprovecha de él para justificar actos de violencia.
La mayoría de los musulmanes rechaza la violencia y aboga por la paz y la convivencia pacífica entre todas las personas, independientemente de su religión o creencias.