Producirán biogas con sargazo y lodos en Quintana Roo
- migueldealba5
- 15 ago
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Al instalar la primera planta piloto en el mundo para producir biogas por la combinación de sargazo y lodos de plantas de tratamiento, con una inversión estatal de 40 millones de pesos, Quintana Roo se posiciona como líder en la transición hacia la economía circular en América Latina.
Durante 14 meses, la planta fue sometida a un riguroso proceso de pruebas que incluyó biodigestión, gasificación y uso de calderas de biomasa. Los resultados confirmaron que ambos residuos, considerados tradicionalmente como problemas independientes, pueden procesarse juntos con alta eficiencia, generar energía renovable y reducir la carga ambiental.
El modelo de aprovechamiento integral coloca a Quintana Roo en una posición estratégica para atraer inversiones y generar alianzas internacionales, como muestra el interés de Dutch Clean Tech, fondo de capital privado de Países Bajos, que busca invertir en la etapa de industrialización. El proyecto podría integrarse a un plan de financiamiento global de hasta mil millones de dólares para infraestructura de valorización de residuos.
El gobierno quintanarroense busca replicar el modelo a gran escala, crear una red de plantas que aprovechen los recursos locales y generen valor económico y ambiental, lo que no sólo resolvería el problema del sargazo y los lodos, sino posicionaría al estado como un referente en innovación aplicada a la gestión de residuos.
En su versión industrial, la planta produciría biogás y generaría subproductos con potencial comercial, como biofertilizantes y materiales sustentables para la construcción, productos que podrían abastecer a mercados locales e internacionales, lo cual ampliaría las oportunidades de negocio y fortalecería la diversificación económica de la región.
El impacto social también sería significativo, pues la industrialización del proyecto generaría empleos especializados, fomentaría la capacitación técnica y abriría oportunidades para el desarrollo de nuevas industrias basadas en la bioeconomía. Además, tiene un componente replicable que podría aplicarse en otras regiones con problemáticas similares, desde el Caribe hasta el sudeste asiático.
Con esta iniciativa se demuestra la posibilidad de transformar retos ambientales en motores de desarrollo económico y social. De consolidarse, el proyecto resolverá un problema local de gran magnitud y será ejemplo de cómo la innovación, la inversión y la sustentabilidad pueden converger para crear un futuro más limpio y próspero.
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