top of page

Puntadas sin hilo


Por Déborah Buiza

@DeborahBuiza


Hace algún tiempo, en algún lado leí o escuché la idea de que en ocasiones vamos por la vida “dando puntadas sin hilo”, es decir, hacemos cosas sin ton ni son, sin un objetivo claro o que no están relacionadas con nuestros proyectos o metas, sean personales o profesionales, cosas que no tienen que ver con nuestros sueños o con la vida que deseamos tener.

A veces, no resulta de una elección consciente y determinada el que acabamos en algún momento y lugar donde parece que zurcimos invisible y sin hilo, porque es lo que hay; porque no hay hilos de los colores que nos gustan o preferimos; no es el bordado que nos gustaría, queremos o sabemos hacer. Hasta podría parecer (o se siente) que caímos en el lugar equivocado. Incluso podríamos preguntarnos ¿qué hago aquí? (¿cuánto más puedo quedarme aquí?).

Para esos momentos, creo que tenemos varias opciones, pero por el momento quiero plantear dos.

Una podría ser, darnos cuenta lo más pronto posible de que damos puntadas sin hilo y salir de ese lugar lo más rápido que se pueda, para no invertir ni perder tiempo, recursos y energía (recordemos que no son ilimitados) en algo que no nos llevará a ningún lado, no sumará a nuestros proyectos y sí puede restarnos, atrasarnos o desviarnos de nuestro camino.

Otra opción, que podría entrar en esta tendencia de encontrarle a todo el aprendizaje, lo bueno y lo positivo, sería creer y confiar en que éste es el mejor momento y tal vez sea una pausa en el camino para preparar lo que viene, y que quizás, aunque no vemos claramente el patrón que forma ese hilo que nos parece invisible ahora, en algún momento cobre sentido y haga figura para lo que sigue.

Estas opciones implican darnos el tiempo de conocernos y tener claros nuestros proyectos, cuestionarnos hacia dónde vamos y si lo que hacemos está en línea con nuestros objetivos, o estar abiertos a nuevas experiencias y crecer con ellas; darnos la oportunidad de sorprendernos por lo que pueda revelarse en el camino y estar dispuestos a construir sobre la marcha y redefinir de vez en vez.

Es importante hacer el espacio para observar lo que vivimos, tratando de no juzgar: sólo mirar lo que sucede y preguntarnos ¿en qué momento estoy?, ¿esto para qué podría servirme?, ¿cómo me siento con esto?, ¿qué me aporta?, ¿para dónde me lleva?

Identificar en que momento estamos puede resultar interesante. No es lo mismo estar en un momento de crecimiento o de expansión, de cambio de perspectiva, de confrontación con el viejo tú, de reconocimiento con el nuevo tú o de pausa para desarrollar otras habilidades que ni habías considerado; en un momento de reflexión, de encuentro con tu yo interior; en un momento para recapitular, recapacitar o redireccionar, etc.

En lo personal (aunque pueda leerse demasiado optimista y romántico), casi todas las situaciones y momentos, pueden proporcionarnos elementos para hacer hermosas creaciones. Al final del día, tal vez no existen puntadas sin hilo y sólo necesitamos mirar las cosas desde otra perspectiva.

Y tú, ¿qué bordas día a día?

4 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page