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Por Déborah Buiza
@DeborahBuiza
Hace unos días encontré una canción que me encantó, se llama “Una cita conmigo”, de Marta Albarracín. ¿La conoces? Cuando puedas, haz tiempo para escucharla con atención: es muy linda y pone el acento en algo que quiero transmitirte hoy:
Sé el amor de tu vida; ten una cita contigo, que tu prioridad sea tu cuidado y el amor hacia ti.
Se dice que no se puede amar lo que no se conoce, así que valdría la pena (pero sobre todo, la alegría) tomarse el tiempo para conocerse a fondo, para descubrir cómo necesitas ser cuidado, cómo te sientes apapachado y amado. Requiere dedicarse tiempo y hacerse del compromiso personal de ponerse como prioridad y, de manera constante y consciente, observarse de manera atenta, detallada, cuidadosa y amable.
No es tarea sencilla, porque el mundo nos distrae y hay muchos discursos que pueden boicotear la tarea del autocuidado, al llevarnos a abandonar el propósito de priorizarnos, pero hay que intentarlo cuantas veces sea posible.
¿Por dónde empezar? Te dejo algunas ideas:
Cuida la manera en que te hablas, las expresiones que te dedicas, háblate con cariño; si te “regañas” o te “llamas la atención”, no seas grosero o duro contigo mismo. Háblate como lo haces con la gente que quieres y respetas.
Date tiempo para estar solo. Tal vez al principio resulte un poco incómodo en lo que te acostumbras o rompes ideas limitantes sobre la soledad, pero conforme lo realices es posible sentirse más a gusto con el espacio y, al paso del tiempo, disfrutar de tu compañía. Dedícate tiempo.
Date gusto. Ve a lugares que te gusten; come tus alimentos preferidos; usa tu perfume favorito; ponte el outfit que espera por un momento especial. ¡Consiéntete!
Celebra un logro o avance, por pequeño que sea. Reconoce lo que haces. Haz más cosas que te gusten y encuentra nuevas actividades. Agradece lo que has hecho y lo que haces cada día por ti. Proponte dedicar más tiempo a hacer cosas que te den disfrute o placer.
Pon límites. Reconoce que hay cosas que, aunque te gusten, no te convienen y te perjudican. Aléjate de personas, espacios y actividades que dañen tu salud mental, emocional o física.
Conoce tus emociones, trabaja en ellas. Escucha tus deseos, tus necesidades. Pregúntate ¿cómo podrías cubrirlos? Cuida tus pensamientos y, si revisas tus experiencias, parte del hecho de que hiciste lo que pudiste con lo que tenías en ese momento.
Conoce tu cuerpo. ¿Cómo funciona, qué le gusta, cómo descansa mejor, qué cuidados necesita para estar saludable? Si tienes algún padecimiento, infórmate y conoce cómo es en ti. ¡Haz ejercicio!
Invierte en ti, en tu salud, en tu comodidad, en ampliar tus conocimientos. ¡Procúrate! Busca espacios para tu descanso y ocio.
Decora y arregla tus espacios a tu gusto, con elementos que te hacen sentir bien y feliz.
Son sólo algunas ideas, intenta una y después otra. Empieza por la que más te llame la atención.
En el camino del autoconocimiento y cuidado, no siempre encontrarás cosas de ti que te gusten; no siempre te encontrarás cómodo contigo mismo o feliz pero, como haces con los demás, puedes tenerte paciencia, aprender a amarte y aceptarte, incluso en esos malos momentos.
Ten presente que debes ser tu máximo proyecto y el amor más importante de tu vida; que sólo tú estarás contigo 24/7 por el resto de tu vida; que sólo tú caminas en tus zapatos... Por eso, llévate en una cita especial contigo de manera regular y con tu mejores galas.
Y tú, ¿qué cita prepararías para consentirte, conocerte y amarte cada vez más?