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Los impactos de las ondas de calor


Agua para todos


En la columna anterior comentamos las consecuencias de las ondas de calor para la salud, el medio ambiente y la producción de alimentos. Hoy analizaremos los impactos en los sectores energético, manufacturero, turístico y del transporte.



Por Juan Carlos Valencia Vargas*

* Profesor, consultor y director general de AQUATOR


El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) detalló en su más reciente pronóstico que esta semana acabará la tercera ola de calor en México, pero a pesar de que finalmente saldremos de esta larguísima ola que inició a principios de junio, el panorama no es muy alentador, ya que se pronostica la posibilidad de una cuarta ola en julio, de igual o mayor intensidad que la que termina.

En la columna anterior comentamos las graves consecuencias que estas ondas de calor pueden tener para la salud de las personas, el medio ambiente y la producción de alimentos. Hoy analizaremos, además, los impactos que se pueden generar en los sectores energético y manufacturero, en el turismo y en el transporte.

Respecto a los impactos para la salud, mencionamos de que las altas temperaturas pueden causar deshidratación, insolación, agotamiento y golpes de calor. Además, las personas con enfermedades crónicas pueden experimentar el empeoramiento de sus condiciones, y los grupos más vulnerables, como la niñez, los ancianos y las personas de bajos recursos, son especialmente susceptibles a los efectos negativos de una onda de calor.



Respecto a los impactos en el medio ambiente, destacamos que las altas temperaturas afectan negativamente la disponibilidad y la temperatura del agua y aumentan el riesgo de incendios forestales, lo que pone en peligro los ecosistemas naturales y la biodiversidad en diversas regiones del país, especialmente para algunas especies endémicas y en peligro de extinción.

Y en lo que se refiere a las repercusiones en la producción de alimentos, las altas temperaturas y la falta de lluvia reducen la disponibilidad de agua para el riego de cultivos y el ganado, lo que resulta en pérdidas significativas en la producción de alimentos.

Adicionalmente, las altas temperaturas alteran los ciclos de crecimiento de las plantas y reducen la calidad y cantidad de los cultivos; los productos agrícolas pueden verse afectados por un menor rendimiento y una menor vida útil, lo que impacta en los precios y la disponibilidad de alimentos.

Pero el sector energético también enfrenta desafíos durante las olas de calor. Las altas temperaturas aumentan la demanda de energía, especialmente para la refrigeración y el uso de aire acondicionado. Esto puede generar picos en el consumo de electricidad, lo que ejerce presión sobre las redes de distribución y puede llevar a cortes de energía si no se gestionan adecuadamente. Por ello los apagones recurrentes que la CFE niega y que millones de mexicanos hemos padecido en las últimas semanas.

En el turismo y el sector de servicios, durante los periodos de altas temperaturas muchas personas buscan destinos más frescos y evitan lugares con climas extremos, lo que puede llevar a una disminución en la afluencia turística en ciertas regiones que suelen ser populares en esta época del año. El calor extremo puede inhibir las actividades turísticas al aire libre, como excursiones, deportes acuáticos y visitas a sitios históricos o naturales.



Por otra parte, las ondas de calor también tienen implicaciones en la industria manufacturera y pesada. Las altas temperaturas pueden afectar el rendimiento de equipos y maquinarias, especialmente de aquellos que requieren sistemas de enfriamiento eficientes, lo que puede llevar a disminuciones en la producción y retrasos en la entrega de productos. Además, puede poner presión sobre los trabajadores en la industria pesada, ya que deben realizar sus labores en condiciones climáticas muy adversas.



Algunas industrias, como la industria química y la producción de materiales sensibles al calor, pueden enfrentar dificultades en la manipulación y almacenamiento de sus productos; las altas temperaturas pueden afectar la estabilidad de ciertos productos químicos y materiales, lo que requiere medidas adicionales de seguridad.

El transporte y la logística también se ven impactados por las ondas de calor. Las altas temperaturas pueden afectar la operatividad de vehículos y equipos de transporte, especialmente de aquellos que dependen de sistemas de refrigeración para el transporte de mercancías perecederas.

Pero por otra parte, las condiciones climáticas extremas también pueden afectar las carreteras y vías férreas, especialmente las de asfalto, más vulnerable al calor, lo que puede provocar daños en las vías y retrasos en la movilidad.

El calentamiento global es una realidad, debemos actuar en dos vías, la mitigación y la adaptación.


Facebook: JuanCarlosValenciaAGUA

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